viernes, 27 de mayo de 2011

Honremos a las mujeres como...

Honremos a las mujeres como vínculo de vida que son. La capacidad de la vida ha partido, parte y partirá siempre de ellas

Muchas veces somos las propias mujeres las que no nos damos el valor que nos merecemos dentro de la sociedad de la cual formamos parte. No nos creemos merecedoras de muchas cosas e infravaloramos nuestro poder interior, cuando es ese poder interior, el femenino, el que mueve el motor de la vida.
A lo largo de la historia la mujer se ha visto relegada única y exclusivamente a la procreación y al cuidado de la familia, cuando su posición en la vida va mucho más allá. Afortunadamente este pobre concepto ha ido modificándose en los últimos años, y la revolución silenciosa, que siempre estuvo latente, está comenzando a dar sus frutos.
El poder femenino resurge con una fuerza arrolladora, pero no como la lava de un volcán en erupción, avasallador y destructivo, sino como la floración en la primavera, sorprendente y acogedor. Los años vividos relegadas a la sombra nos han conferido la capacidad de dar luz, y no tan solo a través del alumbramiento a la vida de la humanidad, sino mediante la trasmisión de los dones de la quietud y la calma que anteceden al amanecer.
El poder femenino es acogedor y dialogante, se basa en la ternura, la paciencia, la observación, la apertura, la intuición, la comprensión, la empatía, la solidaridad, la superación, la escucha... Esto no quiere decir, de ninguna manera, que el poder masculino se tenga que menospreciar, haciéndolo estaríamos olvidándonos de los cimientos que sustentan el poder femenino. Precisamente porque el poder femenino tiene las cualidades de la comprensión y la apertura, debemos tomar los valores que sustentan el poder masculino, y suavizando sus aristas, acogerlo, y de esa manera, poder encontrar el verdadero equilibrio en nuestro interior. La competitividad, el análisis, la lucha, el empuje, la conquista... han de tenerse en cuenta, pero no desde la fuerza y el avasallamiento, sino desde la seguridad en uno mismo y en sus posibilidades. Si las mujeres cometemos el error de querer conquistar nuestra posición en el mundo desde las bases de ese poder masculino sin darles el toque que caracteriza al poder femenino, estaremos dando palos de ciego y perdiendo un tiempo precioso.
Necesitamos poner a disposición de la nueva era que se abre ante nosotros el poder del equilibrio, el poder femenino de la pacificación y del dialogo, del orden dentro del caos, de la paz frente a la lucha, de la seguridad cuando se han perdido las referencias, de la empatía frente al menosprecio, de la solidaridad sin perder la individualidad. La tierra que nos sustenta clama por un cambio en nuestras mentalidades, en nuestra forma de afrontar las circunstancias que nos plantea la vida. El poder masculino, que hasta el momento se ha basado en la fuerza y el avasallamiento, tiene los días contados, ha sido demasiado el tiempo que ha regido el transcurso de la vida, y ésta no puede sustentarlo más sin dañar sus propias raíces.
Es la hora del cambio. El poder femenino reclama su espacio, sin lucha ni destrucción. La concienciación comienza a dar sus frutos, y no tardará en llegar el día en el que predomine el dialogo en una mesa redonda, sin cabecera que presida y que decrete.
Hombres y mujeres debemos encontrar en nuestro interior el equilibrio de ambos poderes para conseguir una sociedad más justa e igualitaria, y ésta solo se conseguirá a través del amor y de la comprensión. El poder denso y asfixiante del miedo y de la subyugación tendrá que rendirse ante el poder de la conquista de la comprensión y el respeto.
Las mujeres debemos sentirnos muy orgullosas de ser las propulsoras de la vida, de honrarnos a nosotras mismas por el poder de crear vida en nuestro interior y tener la suficiente fortaleza como para cederla después al mundo. Sigamos siendo dadoras de luz, y con la generosidad que nos caracteriza, dejemos que nuestro poder femenino se funda con el masculino, y que de esta unión nazca el poder de la paz, la solidaridad y el amor

jueves, 26 de mayo de 2011

Alga Chlorella

Alga Chlorella

Alga Chlorella
Tal vez para muchos de vosotros ya sea una habitual en vuestra dieta, pero para algunos una autentica desconocida, y vale la pena saber de sus magníficas propiedades. Además tomada conjuntamente con la fórmula floral de Yarrow Special Formula, es un imprescindible escudo protector contra la contaminación de radiaciones electromagnéticas, estas que hoy por hoy invaden todo nuestro espacio (ordenadores, teléfonos móviles, líneas de alta tensión, microondas...), las que están en suspensión debido al desastre ecológico que últimamente hemos vivido en la central nuclear de Fukushima, en Japón a consecuencia del tsunami, y las ya olvidadas del sucedido hace años de Chernovyl, en Rusia, además de las energías telúricas que naturalmente emite la Tierra con su rejilla magnética, últimamente mucho más activas debidas a todo el cambio que está efectuando nuestro planeta (terremotos, volcanes en erupción). 
Este alga además de poder ser consumida como alimento, puede tomarse en concentrado en forma de pastillas, más fácil de obtener y de tomar para aquellos que no estéis acostumbrados al consumo de algas en vuestra dieta.

El alga Chlorella tiene el honor se ser el alimento con mayor porcentaje de clorofila del planeta, y uno de los alimentos más completos. Es conocida sobretodo por su capacidad para eliminar las toxinas del cuerpo. Entre sus propiedades está la capacidad de desintoxicar el hígado, los intestinos y la sangre. Otra de sus propiedades más importantes es la de evacuar los metales pesados del cuerpo.
Contiene 19 aminoácidos incluidos los más esenciales para la vida humana, todas las vitaminas, excepto la vitamina D, y todos los principales minerales, así como suficiente betacaroteno y xantófilas para que sea un poderoso antioxidante. Es rica en hierro de fácil asimilación, gracias a la presencia de vitamina C y clorofila, que ayudan al cuerpo a absorber el hierro, así como en fósforo, un mineral que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, también presente en este alga. Es rica en luteína, un pigmento natural que protege los ojos de cataratas.
No existen contraindicaciones ni ningún tipo de toxicidad conocida en relación con su consumo. Puede existir fotosensibilidad en personas que la toman en dosis elevadas, y puede provocar formación de gases y flatulencias, debido al aumento del peristaltismo intestinal.

También se utiliza como refuerzo de energía para los atletas, ya que estimula el crecimiento de las células rojas de la sangre.

Yarrow Special Formula

Yarrow Special Formula

Yarrow Special Formula
Las plantas utilizadas en esta fórmula son todas ellas de la familia de las compuestas, por lo que nos hablan de su efecto integrador. La restauración de la materia se efectúa añadiendo a esta fórmula agua de montaña con una base de sal marina céltica (cristales de Pfeiffer, cloruro de cobre evaporado sobre una placa de cristal. En homeopatía es utilizada para las penas cristalizadas). Los cristales de sal tienen una geometría que favorece que la materia tenga una estructura armónica. Además de la sal marina, se añade una tintura usada en fitoterapia de las tres plantas que la componen. Esta fórmula no se puede diluir en botellitas, se ha de tomar directamente del stock, y tiene un sabor muy salado. Las tomas de esta fórmula serán las mismas que para el resto de esencias, tanto en frecuencia como en cantidad.

Funciona como escudo que protege dejando pasar la luz, como antídoto para las radiaciones, ya que los cristales de Pfeiffer protegen en ese sentido. Este preparado se puede tomar también como forma preventiva.
Las flores que componen esta fórmula son:
  • Yarrow: destrucción interna a nivel anímico (se utiliza después de cirugías para evitar hemorragias)
  • Echinacea: destrucción interna a nivel etérico (es la primera planta que vuelve a crecer en los campos quemados por el fuego)
  • Arnica: destrucción interna a nivel físico (para las heridas, traumas y sangrados)

Los campos electromagnéticos destruyen los enlaces químicos de la materia, esta esencia se utiliza para restaurar a las personas que han sido expuestas a altos niveles de radiación, mitiga el efecto de la destrucción en la materia ya que actúa a nivel físico y vibracional.

  • Personas expuestas a altos niveles de radiación provocados por algún accidente, como por ejemplo el ocurrido en la central nuclear de Japón o Chernovyl (fue para el desastre de la planta nuclear de Chernovyl cuando se concibió esta fórmula).
  • Para contrarrestar los efectos de quemaduras, radiaciones solares, terapias de rayos X, servicio de detección de metales en aeropuertos, radiaciones en aviones a grandes alturas, exposición a radiaciones nucleares que desintegran y destruyen la vida, radiaciones de terminales de informática, cableado de alta tensión o telefonía, o cualquier otra forma de radiación nociva para los seres vivos.
  • Personas que debido a una enfermedad han tenido que someterse a tratamientos radioactivos.
  • Pacientes que han de ser sometidos a tratamientos de radiación: tomar antes de la exposición, durante el tratamiento y después de éste. Las tomas serán con la misma frecuencia y cantidad que el resto de esencias.
  • Personas que por su trabajo cotidiano se ven expuestas a fuentes de radiación (microondas, ordenadores, campos electromagnéticos, líneas de alta tensión...) es recomendable hacer tratamiento un par de veces al año para quitar el estrés electromagnético acumulado. También pueden ponerse 16 gotas en un vaso de agua y tomarlas a sorbos a lo largo del día, incrementando la frecuencia, durante o inmediatamente después de estar expuesto a las radiaciones.
  • En épocas de alta radiación medioambiental como la que vivimos actualmente en la que se entrecruzan la contaminación medioambiental (emisiones energéticas dañinas de telefonía, aparatos eléctricos, ordenadores, microondas, cableados de alta tensión...), partículas en suspensión en la atmósfera de los desastres nucleares y las emanaciones telúricas de la tierra (terremotos, volcanes...) es aconsejable hacer limpieza y prevención tomando un día a la semana el agua potenciada con Yarrow Special Formula, en la proporción adecuada al recipiente que utilicemos.
  • Se puede usar como complemento de una fórmula en cremas para antes y después del tomar el sol.
  • Fortalece el aura y la energía, restaura y revitaliza, ayuda a que dejen de sangrar las heridas, además de dar protección espiritual.

La naturaleza puso a nuestro alcance en los campos la energía de las flores que componen esta esencia para ayudarnos a limpiar y proteger a nuestro organismo de las exposiciones inconscientes a las que lo sometemos mientras que nuestro ADN no haya actualizado la información adecuada para que nos podamos adaptar a los avances tecnológicos de nuestro tiempo y a los cambios vibracionales del planeta, y que a la vez, tomemos conciencia de que éste es un ser vivo, y que como tal ha de ser tratado con respeto y amor. Tomemos conciencia y elevaremos nuestra vibración para adaptarnos con más rapidez a la nueva rejilla magnética de la Tierra, y por consiguiente, conseguiremos una sanación a todos los niveles: vibracional, emocional, mental, física y espiritual.

martes, 24 de mayo de 2011

Siempre hay dos elecciones...

Siempre hay dos elecciones, dos caminos a tomar. Uno es fácil, y lo único que tiene de gratificante es que es fácil.

El camino de la vida no dispone de mapas ni planos que identifiquen su recorrido, según caminamos éste se va abriendo ante nosotros ofreciéndonos diferentes posibilidades. De nosotros depende escoger las alternativas que se nos presentan. Somos nosotros y solo nosotros los que decidimos por qué ruta queremos avanzar.
Puede ser que el camino que escogimos esté lleno de dificultades y peligros, que nos harán retrasar la llegada, pero que a la vez, nos garantizará conocimiento y sabiduría. Al ser más imprevisible, nos obligará estar atentos a cada paso, a cada pensamiento, a cada duda, y tal vez, nos dificulte el disfrute del paisaje, estaremos tan pendientes de los que podemos encontrarnos en cada recodo que habrá momentos en los que se nos olvide observar los que nos rodea y estar en el aquí y el ahora.
Si por el contrario escogemos avanzar por otro camino más placentero y seguro tendemos más tiempo para formar parte de nuestro entorno, de fundirnos con nuestros pensamientos, de estar presentes en el momento, pero no tendrá el aliciente de los retos y las superaciones.
Ambas alternativas son positivas para nosotros, porque ambas contribuyen a nuestro crecimiento, y por eso, nuestro poder de elección en cada paso, hace que en ocasiones los caminos se entremezclen. Podemos escoger escarpados y oscuros senderos o amplios y tranquilos caminos, da igual, porque de todas nuestras elecciones aprendemos.
No hay ni mejores ni peores recorridos, al igual que no lo son sus caminantes, porque al final solo hay una cosa bien segura: "No hay pérdida". Al finalizarlo habremos recorrido todas las bifurcaciones existentes, todos los angostos caminos, todas las rutas alternativas para llegar a la meta que nos marca nuestro cuaderno de viaje. Podemos tardar más o menos en completarlo, tenemos la eternidad por delante, pero acabaremos cumpliendo nuestro destino, formar parte de todo, regresar a la unidad a la cual pertenecemos.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Un fracasado es una persona...

Un fracasado es una persona que ha cometido un error pero que no es capaz de convertirlo en experiencia

Cuánto miedo nos da fracasar, es tan grande ese miedo que evitamos hacer muchas cosas con tal de no tener que afrontarlo, y es entonces cuando nos dejamos cosas importantes por vivir. Dejamos de amar por si nos equivocamos y salimos lastimados, y por medio nos perdemos una de las experiencias más maravillosas y completas que puede vivir el ser humano: la entrega, la pasión, la ternura, la complicidad, la alegría, la felicidad... el abandono, la tristeza, la soledad... Sí, es cierto, el amor puede tener las dos caras de la moneda, pero ambas son experiencias, que vividas en plenitud y con conciencia, hacen que avancemos en el camino de la evolución como seres humanos.
No fracasamos por amar y no ser correspondidos, ni cuando el amor deja paso a la indiferencia, fracasamos cuando no hemos amado por miedo a equivocarnos sin permitirnos vivir esa experiencia en plenitud. Cuando anticipamos tanto ese fracaso que no le damos una oportunidad al amor y lo sentenciamos antes de que florezca, cuando permitimos que otros nos dicten su camino sin luchar por dejar salir lo que en realidad sentimos, cuando nos quedamos anclados en el pasado recordando vivencias anteriores que lo han adulterado, cuando tenemos miedo a que otros no sientan lo que nosotros sentimos... estamos fracasando porque nos estamos cerrando a la experiencia.
Cuando aprendamos e integremos el conocimiento de que en la vida no hay errores posibles porque todo forma parte de la experimentación, dejaremos de lado la mayoría de nuestros miedos.
La humanidad no hubiera podido avanzar si con cada error cometido se hubiera tirado la toalla. Los laboratorios están llenos de experimentos fallidos, de comienzos desde diferentes ángulos, de sentimientos dolorosos al no obtener los resultados esperados, pero también de la alegría y la felicidad de los éxitos alcanzados, y por medio, el camino recorrido entre los numerosos errores y el logro final. El no darse por vencidos con el primer error cometido, el de seguir poniendo empeño en aquello que sabemos que nos va a proporcionar la experiencia que necesitamos para lograr lo que soñamos, es lo que hace que nos sintamos vivos. Aquel que soñó un buen día con volar por los cielos y persistió en sus caídas sin importarle el dolor ni los errores cometidos, sino los pequeños avances que hacia con cada golpe recibido, fue el que nos dio la posibilidad a los demás de surcar los cielos y recorrer distancias inimaginables hasta para el mismo que soñó con volar algún día.
Todas las cosas que damos por sentadas han estado forjadas en los intentos fallidos de otras personas, que persistieron en sus propósitos superando sus miedos al fracaso y transformando esa posibilidad en experiencia vivida.
No, no fracasamos cuando nos equivocamos, porque los errores son nuestros mejores maestros, nos hablan de paciencia, tolerancia, persistencia, crecimiento, aprendizaje, tesón, constancia, renuncia, abandono, aceptación... de ver la vida desde todos los ángulos posibles, de aceptar que los resultados obtenidos pueden no ser los esperados y a pesar de ello haberlo logrado, de crecer con cada intento, de darnos la posibilidad de caer, y a pesar de ello, levantarnos y seguir caminando, de demostrarnos a nosotros mismos que los sueños pueden ser alcanzados a pesar de las equivocaciones que hayamos cometido. No, no fracasamos cuando nos equivocamos, fracasamos cuando no experimentamos.

Dogwood

Dogwood (Cornejo)

Dogwood (Cornejo)
Cuando ha habido algún tipo de agresión, física, emocional, verbal... la persona se contrae para prevenirla, y si estas agresiones han sido muy repetitivas, el trauma emocional se aloja en el cuerpo llegando a provocar una gran rigidez de la persona en todos los sentidos. 

Cuando hemos sido víctimas de abusos y humillaciones, tanto físicos como emocionales, podemos convertirnos en personas endurecidas, rencorosas, desconfiadas, acorazadas, precisamente para defendernos de las agresiones. Ese impacto en el cuerpo etérico hace, que con los años, construyamos una armadura a nuestro alrededor y perdamos la armonía de nuestro propio cuerpo, provocando que nos caigamos o golpeemos con facilidad, que tengamos tendencia a los accidentes por falta de flexibilidad física. Hemos quedado tan insensibilizados emocionalmente, que a nivel inconsciente, necesitamos padecer accidentes y golpes para poder sensibilizarnos de alguna manera. Las heridas que cargamos del pasado nos han transformado en personas muy rigurosas y duras, reflejamos esa misma falta de elasticidad y flexibilidad en nuestro cuerpo, y solemos repetir los malos tratos recibidos maltratándonos a nosotros mismos por medio de accidentes.

Esa misma armadura emocional que nos hemos creado nos imposibilita también mostrar nuestros propios sentimientos. Rehuimos el contacto físico y nos tensamos cuando creemos que podemos entrar en contacto con otros. No abrazamos ni nos dejamos abrazar. La misma tensión que sentimos a la hora del contacto físico provoca que tengamos problemas con las relaciones sexuales, ya, que es en esos momentos de intimidad, cuando el contacto se hace más evidente.
La esencia floral de Dogwood ablanda y suaviza el cuerpo etérico, y por consiguiente el físico, liberando la rigidez acumulada a través del llanto, y poder desprenderse de la energía de los traumas de abusos vividos en el pasado. A pesar de esto no es una flor catártica, ya que el llanto es dulce y liberador. Esta esencia actúa como armonizador físico y psíquico, ayudando a expandirse, a quitar asperezas y poder demostrar afecto y cariño, a integrar el amor con el sexo.
Dogwood también es de mucha ayuda para todas aquellas personas cuya actividad o profesión requiera flexibilidad corporal: gimnastas, bailarines, actores...
La Naturaleza puso en nuestros campos la blanca energía de Dogwood para ayudarnos a limpiar nuestra psique de todas aquellas experiencias traumáticas que nos impiden abrirnos al mundo, que han construido a nuestro alrededor las corazas protectoras que nos protegen del sufrimiento, pero que a la vez, nos imposibilitan recibir y dar el amor que necesitamos para vivir en paz y armonía, restaurando la inocencia original al ayudarnos a perdonar, y lo que es más importante, a perdonarnos a nosotros mismos al liberarnos de la necesidad de seguir siendo las víctimas de los abusos que otros cometieron.

martes, 17 de mayo de 2011

Cambia tus pensamientos...

Cambia tus pensamientos y cambiará tu mundo

Nos pasamos media vida intentando cambiar nuestro mundo, enfadados porque no es el mundo que deseamos: "Siempre me sucede lo mismo. Las personas que se cruzan en mi vida acaban siempre por desilusionarme. Esta situación ya la he vivido y acabará como siempre..." Nos lamentamos de que nada cambia, de que hemos de repetir la historia constantemente, de que estamos cansados de vivir de la misma forma, ¿pero que hacemos nosotros para que estos cambios que tanto deseamos se hagan realidad? nada... o casi nada. Ante una misma situación reaccionamos de la misma manera o parecida y, lógicamente, obtenemos el mismo o parecido resultado.
Si verdaderamente queremos que los cambios sucedan en nuestra vida tendremos que comenzar por transformar nuestra forma de pensar. Pero en primer lugar deberemos ser sinceros con nosotros mismos y asegurarnos, de que eso que decimos, es cierto y no dicho con la boca pequeña.
La mayoría de las veces, y aunque no nos guste lo que vivimos, estamos cómodos en nuestra franja de seguridad. La seguridad que nos otorga las cosas conocidas, las reacciones a las que estamos acostumbrados, la realidad cotidiana que nos es familiar. Nos asusta salir de ese círculo en el que se ha convertido nuestra vida porque tenemos miedo de enfrentarnos con lo desconocido, con el "¿qué pasará a partir de ahora?", y nos ponemos toda clase de excusas para seguir haciendo las mismas cosas, pensando de la misma manera, y quejándonos de igual forma. Nos hemos acomodado en la posición de "víctima" de las circunstancias y nos hemos puesto la careta del "pobrecito de mi", porque nos negamos a ver más allá de la ficción que estamos creando a nuestro alrededor. Y, si por aquella de las cosas vislumbramos un camino diferente por el que podríamos transitar y ver un paisaje distinto, nos apalancamos en nuestra posición cómoda y nos decimos que "los cambios son muy difíciles",  "yo soy así y no puedo cambiar", "las cosas no son tan sencillas", "decirlo es una cosa pero hacerlo es otra", "cuando se den las circunstancias apropiadas"... y así podemos pasarnos la otra media vida, intentando convencernos de que nosotros queremos que nuestro mundo cambie pero que no sabemos como hacerlo. 
Sí, es cierto que los cambios no son fáciles, que necesitan de nuestra atención y energía, pero ahí también es donde reside la magia del pensamiento. Si nos decimos a nosotros mismos que no podremos lograrlo y que el esfuerzo no merece la pena de intentarlo, eso mismo será lo que tendremos como resultado, pero si nos damos la oportunidad de intentarlo, de creernos que todo es posible, nuestra mente caminará a nuestro lado y las circunstancias se adecuarán a la energía del pensamiento que estamos transformando. Eso no quiere decir que dejen de sucedernos cosas, que no nos veamos envueltos en situaciones complicadas y de personas que nos traben el camino, pero como que nuestras emociones y reacciones serán distintas, porque nuestros pensamientos se han transformado, las consecuencias también lo serán aunque los hechos no hayan cambiado. Nosotros hemos marcado la diferencia, y aquello que tanto me molestaba, ha dejado de hacerlo; lo que tanto me asustaba, ya no me asusta; la persona que me sacaba de mis casillas, ya no lo consigue... Nosotros hemos marcado la diferencia y el mundo que nos rodea acusará el cambio porque pensamos de  otra manera, y en consecuencia, miramos, hablamos, sentimos y reaccionamos de una forma diferente que hace posible los cambios.
El camino es largo, pero ahí reside su gracia, en cuanto demos el primer paso y veamos como comienza a cambiar el paisaje y a disfrutarlo, nos daremos cuenta de que valió la pena el esfuerzo de salir de ese recodo de dudas y miedos que nos tenía atrapado, y seremos capaces de quitarnos la máscara de "víctima" que tanto nos protegía y cambiarla por los ropajes del guerrero de luz que asume el mando de su propia vida, enarbolando la espada que corta las amarras y que nos da la fuerza y el coraje para seguir adelante a pesar de las dificultades.

Sagebrush

Sagebrush (Artemisa)

Sagebrush (Artemisa)
Para que todo cambio se realice tiene que haber un momento de vacío, con ausencia del pasado que ya no nos sirve y ausencia de un futuro que todavía no ha llegado. Estos son momentos de gran desnudez en la persona que está evolucionando. En este proceso de transformación hay un gran momento de debilidad, y eso asusta y paraliza, sentimos momentos de vacío que nos aterrorizan. La esencia de Sagebrush ayudará a facilitar ese cambio.

Cuando estamos en proceso de cambio necesitamos desapegarnos de pautas y pensamientos que ya no nos sirven, y nos encontramos divididos entre lo que fuimos y ya no somos, y lo que somos en el momento presente donde no nos reconocemos, sabemos que cambios debemos hacer pero no cómo llevarlos a cabo. La vida que llevábamos hasta el momento ya no nos llena y sentimos que todo eso ya no va con nosotros. Debemos abandonar cosas que nos han dado seguridad hasta el momento pero que ya no nos sirven para el camino que debemos emprende. Es, en este avance, cuando nos encontramos con un pie en el aire, cuando sentimos más inseguridad, estamos más desprotegidos, perdidos y asustados. Asumimos que hemos de dejar cosas para poder alcanzar lo que sabemos que nos espera, pero a la vez que lo deseamos, sentimos miedo. Somos conscientes del cambio que hemos de hacer en nuestra vida, porque si no lo hacemos estamos negando la evolución de nuestra alma, y eso, a la corta o a la larga, acabaremos por somatizarlo en enfermedad o situaciones complicadas que nos forzarán a efectuar el cambio.
Sagebrush nos ayudará a desprendernos de las pautas mentales y de comportamiento tomadas de la familia y que ya no nos sirven, a actualizar sentimientos, posiciones y opiniones, amistades y círculos sociales que no van con nuestra nueva personalidad, dejando atrás formas de pensamiento del propio ser para poder reconocernos como un nuevo ser. A medida que vayamos tomando conciencia del cambio mental y emocional, también se producirán cambios a nivel externo (forma de vestir, peinado...).
Esta esencia es de mucha ayuda cuando tenemos que efectuar cambios de domicilio o hacer limpieza en casa, porque nos ayudará a desprendernos de todo aquello que ya no necesitamos (esto no recuerda el simbolismo con nuestra propia vida).
A nivel físico nos ayudará a desprendernos de acumulaciones innecesarias: estreñimiento, celulitis, obesidad. Recomendable en los cuadros de adicciones: tabaco, drogas, alcohol, medicamentos...
La Naturaleza puso a Sagebrush en nuestros campos para que su energía nos ayude a limpiar todas aquellas cosas que nos traban y atrapan en nuestra propia evolución, aportando la profundidad de conciencia necesaria para que nuestro ser interno pueda recuperar la capacidad de transformación y cambio que estamos destinados a realizar.

lunes, 16 de mayo de 2011

Un grano de felicidad...

Un grano de felicidad vale más que una tonelada de tristeza

Tanto la felicidad como la tristeza son estados internos de la persona, las cosas externas o los sucesos que nos acontecen pueden contribuir a un determinado estado, pero nunca serán los causantes de él.
Solo nosotros tenemos el poder de decisión de desarrollar en nuestro interior la felicidad o la tristeza. Ante un mismo hecho, dependiendo de cómo nos manejemos con él, podemos optar ante un sentimiento u otro, porque somos los únicos hacedores de nuestra vida.
El comienzo de un nuevo día puede representar las dos caras de la moneda dependiendo de como lo decidimos afrontarlo. Puede estar cargado de felicidad por el simple hecho de sentirnos vivos, de poder tener la oportunidad de seguir disfrutando del mundo que nos rodea, de ver, de oír de sentir, de tocar, de saborear, de amar y de ser amado... o puede que nos dejemos llevar por la incertidumbre, el miedo, la apatía, la impotencia, la preocupación. El día es el que es, con todo un mundo de posibilidades a nuestro alcance, pero solo nosotros decidimos cómo vivirlo a cada momento.
Es verdad que hay sucesos externos que pueden hacer tambalear nuestra decisión de ser felices, pero solo nosotros tenemos la última palabra, o le cedemos el poder a esos sucesos y nos dejamos arrastrar por los acontecimientos como meros espectadores de nuestra vida, o por el contrario, asumimos el mando y los vivimos desde la superación y el coraje. La situación seguirá siendo la misma, pero las salidas a esa situación dependerán de la forma en que las miremos a la cara y actuemos.
Aceptar las cosas que nos ocurren en la vida como parte de ella nos aporta el poder de trasformarlas, la fuerza para poder hacerlo y la felicidad interior de saber que estamos en el camino correcto, independientemente de los resultados que obtengamos, porque todos han formado parte de nuestra experiencia. Resignarnos a lo que nos ocurre porque así son las cosas nos quita todo ese mismo poder porque se lo estamos cediendo a la situación, no somos nosotros los que caminamos, nos estamos dejando arrastrar por la impotencia, manejar por la desidia, manipular por la incertidumbre y creando en nuestro interior un espacio de tristeza donde la visión de futuro carece de aliciente. Es entonces cuando viviremos en la eterna preocupación de lo que puede sucedernos en lugar de ocuparnos de lo que realmente importa: "vivir la vida", afrontando cada instante como una posibilidad de avanzar hacia delante, de escribir nuestro destino con nuestro propio lápiz y nuestra propia goma, sin dejar que sean las circunstancias las que lo escriban con tinta perenne.
Nuestro espacio interior de felicidad no lo crean las circunstancias que nos tocan vivir, buenas o malas, lo crea nuestra disposición a hacer de ellas la antorcha que ilumine nuestro camino, de ver en cada suceso que nos ocurre, grande o pequeño, la semilla de las posibilidades ocultas, de las ventanas de oportunidades que se abren ante nosotros, y de saber que tenemos el poder de manejarlas para hacer de ellas un continuo aprendizaje.
Por eso no hay nada más importante que crear la propia felicidad, porque cuando somos felices resplandecemos, y ese resplandor alcanza el último recodo del Universo, ahuyentando la oscuridad y el miedo. ¡¡¡Resplandece, tienes el poder de ser feliz!!!

Borage

Borage (Borraja)

Borage (Borraja)
La flor tiene forma de estrella, cuando se abre es de color rosa y después cambia a un azul vivo, tiene una cierta inclinación hacia delante, dando la impresión de pesadumbre, de tristeza. En el siglo XVI se escribió de ella: "...esta hierba hace a los hombres y mujeres felices y alegres, llevándose toda tristeza y melancolía... calma a los inquietos y lunáticos... para levantar el ánimo y alegrar el espíritu... para alejar la tristeza...".

Borage trabaja la tristeza, la pesadumbre del corazón, el luto, la falta de confianza para enfrentar situaciones difíciles. La tristeza es un estado del ánimo y esta esencia ayuda al alma a elevar la tristeza al cosmos y liberarla.

Cuando vivimos con un profundo sentimiento de tristeza, desde la soledad, sin poder comunicarnos con nadie, nos convertimos en personas deprimidas, apesadumbradas, taciturnas, acongojadas, desilusionadas, a las que nos cuesta reponernos, y con un enorme peso emocional en el corazón. Sentimos la necesidad de levantar el corazón y aligerarlo de esa carga, de liberar la opresión del pecho y de los pulmones, y poder respirar con libertad. Borage nos aportará el bálsamo del corazón que necesitamos, permitiendo soltar la tristeza que lastra y que pesa. 
Esta esencia estimula las suprarrenales, favoreciendo la producción de adrenalina, hormona que prepara el cuerpo para la acción en situaciones de tensión, fortalece y abre el meridiano del corazón, brindando un rápido alivio si hay opresión en el pecho, angustia o se siente que la vida es muy pesada. Por lo que aportará optimismo, liviandad, felicidad y bienestar eliminando la sensación de pesadez y pesadumbre, alegrando el corazón al aportar coraje, fuerza y valor para sobreponerse a las desilusiones, adversidades o peligros con los que nos sintamos amenazados.
Su vibración ayudará a eliminar los residuos de tristeza que han quedado asentados en la persona después de pasar por un duelo, o bien para el principio de un proceso de duelo que se vive tras una muerte aceptada, que ya se esperaba, y donde ha habido comprensión del proceso.
A nivel físico ayuda en el metabolismo del calcio, promueve la lactancia en las madres recientes al mismo tiempo que actúa sobre las depresiones posparto. Ayuda a bajar la fiebre y desinflamar. Permite asimilar el oxígeno del aire a grandes alturas. También es aconsejable después de la quimioterapia. 
La Naturaleza puso a Borage en nuestros campos para ayudarnos a pasar por los trances duros de nuestra vida con coraje y optimismo, dando fuerzas a nuestro corazón para sobreponernos a la tristeza que pueda amenazar con hacer tambalear nuestra felicidad interna, y aportando la chispa de luz que necesitamos para elevar la cabeza y mirar las estrellas sintiendo que somos parte de ellas, que estamos en el lugar y en el momento adecuados, y que podemos dejar ir la pesadumbre de nuestro corazón y ofrecérsela al cosmos para que la transmute en conocimiento y sabiduría.