miércoles, 23 de enero de 2013

Caléndula (Caléndula)

Caléndula (Caléndula)
La signatura de la Caléndula nos habla por sí sola de la energía que está trabajando. Su tallo y hojas son velludos y ásperos al tacto, al contrario de sus flores de un cálido naranja que se ofrecen con generosidad, en ella está contenida la dualidad de lo áspero y lo cálido. En la antigüedad era utilizada para tratar la mordedura de serpientes y para problemas de hígado y bazo. Crece abundantemente en la India donde se dice que sus gentes son muy afables y a las que les cuesta mucho discutir. En la India el naranja es considerado un color sagrado porque transmite amor y calidez.
Caléndula trabaja sobre la palabra. El poder de la palabra debería nacer de la parte amorosa del Ser. En la actualidad, sobretodo en nuestra sociedad, la palabra tiene mucha fuerza y poder. Muchas veces se utiliza para hacer daño. Una palabra, depende de como sea dicha, puede sanar o destruir a quien la escucha.
A veces creemos que la sinceridad es una virtud, sin darnos cuenta, que en ocasiones, de la sinceridad a la ofensa hay solo un paso. La sinceridad puede convertirse en mordacidad dependiendo del cómo, el cuándo y el por qué empleemos esa sinceridad. Esto puede llegar a crear malos entendidos entre familiares, amigos, vecinos... "Yo sólo dije esto y tú entendiste lo otro. No, tu me dijiste...", porque aunque no se tenga el propósito de herir a los demás, podemos hacerlo con palabras mordaces que conducen a situaciones difíciles de solucionar.
Caléndula es para personas que tienen una forma de expresarse muy hiriente y fría, de lengua muy caliente y viperina, de forma, que cuando hablan, aunque estén cargados de razón, lo expresan de una forma que va cargada de veneno. No se muerden la lengua cuando han de decir algo, lo dicen y se quedan bien, y después no se sienten mal por lo que han dicho, porque se creen con todo el derecho de hacerlo, y acaban siendo muy destructivas con sus palabras. 
También es para todas aquellas personas irónicas, sarcástica, descalificadoras, sibilinas o que tienen una forma de hablar muy dura. Personas que tienden a discutir y pelearse con palabras filosas y cortantes, o que suelen ser tajantes e injuriosos. Que no escuchan los razonamientos del otro y se creen siempre en posesión de la verdad. 
La vibración de la Caléndula aumenta la sensibilidad, la suavidad, la tolerancia, la paciencia, la sinceridad,  permitiendo un mejor uso del poder verbal. Agrega tibieza y receptividad a la palabra, modificando el "modo", el "cómo" más que "el qué", por eso es muy eficaz en personas que suelen emplear términos injuriosos y que pelean con facilidad. Aporta calidez, receptividad, cordialidad y dulzura a la comunicación, permitiendo a un tiempo una mejor escucha y recepción de los mensajes de los demás. Ayuda a diferenciar el oír del escuchar, haciendo a la persona más receptiva a los razonamientos del otro. Por eso es esencial en relaciones en donde uno solo se escucha a sí mismo y no escucha al otro. Caléndula favorece la habilidad de hablar con el corazón en la mano, aportando calidez y sinceridad a la comunicación a la vez que eleva la sensibilidad de la persona hacia la fuerza interior de las propias palabras, y al mismo tiempo, las hace abrirse como oyentes para comprender el significado real de las palabras ajenas.
Para grandes oradores, personas que saben hablar muy bien, pero que precisamente por eso pueden dar en la herida que hace daño, y pueden hacerlo con conciencia. Les ayuda a darse cuenta de ese poder y no utilizarlo para herir.
Caléndula es muy indicada para abogados, docentes y todos aquellos que trabajan con la palabra. Ayuda a emplear la palabra desde un valor curativo y contenedor, con empatía y compasión, .
En terapeutas, médicos y psicólogos, para poder decir aquello justo y reconfortante que el paciente necesita, arropando al hablar a la persona, y que esta sea capaz de asumir el cambio necesario para su mejoría, permitiendo así mismo la escucha entre líneas.
A los ancianos les ayuda a comprender y escuchar mejor lo que se les está diciendo.
A nivel físico la esencia de Caléndula puede utilizarse para rosácea, eczemas, fístulas, sabañones, úlceras varicosas, escaldaduras o rozaduras, dermatitis del pañal, para cicatrizar heridas y llagas, irritación de los pezones en la lactancia, es antiséptica y desinflama (también en forma en crema, añadida a una base de crema neutra o en cremas naturales ya preparadas).
Trabaja afecciones o heridas que tienen que ver con la boca y el oído (lo que se dice y cómo se oye)  otitis, cerumen, llagas en la boca o en la lengua, aftas, boqueras, úlceras bucales, enfermedades de las encías (se puede utilizar en enjuagues bucales).
Muy buena en forma de spray para ambientes donde pueden encontrarse personas propensas a no escucharse y crear malos entendidos.
La Naturaleza nos regala la energía de la Caléndula para ayudarnos en el arte de la comunicación. Para que podamos dar voz a nuestra alma y a nuestro corazón, como una forma de cálido abrazo, donde el hablar y el escuchar sean la danza de las relaciones humanas. La Caléndula, que se ofrece generosa con una gran profusión de cálidas flores anaranjadas, nos ofrece un regalo muy hermoso, la lección de la generosidad llevada a la palabra. Palabras, que nacidas de nuestro corazón, se derramen en nuestra boca para llegar cargadas de calidez al oído de quien las escucha.

martes, 22 de enero de 2013

Daffodil (Narciso)

Daffodil (Narciso)
La esencia de Daffodil trabaja sobre el intelecto, el concepto que yo tengo sobre mí mismo. La desarmonía sobre la que trabaja Daffodil es sobre el narcisismo, las personas que siempre tienen que remitirse a sí mismas, que necesitan escucharse, mirarse y enamorarse de sí mismas, porque tal vez nadie lo ha hecho en el pasado, ni las han amado, ni las han mirado, ni las han valorado nunca. El narcisista tiene necesidad de ser admirado y carece de la empatía necesaria para relacionarse con los demás. Son personas soberbias, arrogantes y envidiosas.
Cuando desde la infancia no hemos tenido un vínculo significativo con otra persona, de adultos podemos caer en una búsqueda constante en la que solamente nos encontraremos con nosotros mismos, y acabaremos remitiéndonos siempre a nosotros. Acabamos siendo personas que solo nos escuchamos a nosotros y a sentirnos importantes por lo que decimos.
La persona narcisista acostumbra a escoger profesiones, que por regla general, tienen que ver con la imagen: actores, bailarines, atletas, políticos... profesiones donde siempre se están mirando a sí mismos, son muy pretenciosos. Están en busca permanente del éxito y de elogios por parte de los demás. Suelen deprimirse cuando el entorno deja de ocuparse de ellos.
En ocasiones pueden ser personas con tendencias homosexuales que buscan de alguna manera al padre, ese padre que no los miró nunca y que ya no puede tener un reconocimiento sobre ellos, se enamoran de ese ser masculino, y acaban enamorándose de sí mismos.
El Daffodil tiene un gran sentido de la propia importancia y exagera sus capacidades. Esperan reconocimiento y se creen superiores aunque sus logros no lo demuestres así. En sus fantasías se ven personas de éxito ilimitado, poder, brillantez, se creen únicas y especiales, y que, precisamente por esa razón, no son comprendidas, y que tan solo puede serlo por otras personas así mismo especiales. Necesitan ser admiradas, por eso son sus mejores admiradores, no pueden pasar cerca de un espejo sin quedarse extasiados con su propia imagen. Frecuentemente creen que los demás los envidian, cuando en realidad son ellos los envidiosos. Hablan de sí mismos todo el tiempo, y monopolizan las conversaciones utilizando todo el tiempo el "yo", "mi", "mío"
La vibración de esta flor aportará claridad de pensamiento, perspectiva y equilibrio entre "como me veo yo" y "como soy realmente y me ven los demás". Al eliminar la amenaza proveniente del exterior de no ser reconocido, podrá elaborar vivencias y a utilizarlas para seguir creciendo con los pies sobre la tierra y no en sus fantasías mentales. Incrementa la capacidad intelectual y mejora la intuición. Alivia el estrés generado por querer sentirse siempre el centro de atención, ya que no necesitará serlo para sentirse reconocido y valorado.
El contraposición al narcisismo, Daffodil también ayuda a equilibrar las desarmonias en personas que tienen poca confianza en sí mismas. Personas tranquilas, tímidas y vergonzosas que tratan de complacer a todos, poniéndose tensas y ansiosas por temor a no recibir el aprecio de los demás. Se apartan y son introvertidas, viven en otro mundo y no les gusta compartir su vida con los demás. Tiene aversión a enojos o escenas coléricas, en la infancia han podido ser intimidados por padres explosivos, violentos o desinteresados y acaban sometiéndose para recibir algo de aprecio. La esencia floral ayudará a sentirse más a gusto consigo mismo y con otros, no necesitando satisfacer a los demás todo el tiempo. Aportará seguridad en sí mismo, y en las relaciones, calidez y afecto.
A nivel físico es muy eficaz para todos aquellos con tendencia a la migraña, tensión y neuralgia. Facilita y alivia los desordenes digestivos, como exceso de acidez estomacal, úlceras gástricas o intestinales, gases y eructos. Fortalece el sistema circulatorio.
La Naturaleza nos regala la hermosa flor del narciso para iluminar nuestro camino y no quedar atrapados en la soberbia de creernos mejores que los demás, de estar por encima del bien y del mal porque somos seres únicos y perfectos. Cuando estamos equilibrados y reconocemos el valor de todos y de cada uno de los seres humanos con los que nos relacionamos, cuando conocemos nuestros propios valores y somos capaces  de reconocer los de los demás, cuando aprendemos a  movernos con seguridad y consideración, es entonces cuando nos transformamos en personas solidarias que empatizamos, compartimos y colaboramos,   capaces de construir una sociedad más humana, más respetuosa, que busca el bien común y el bienestar de todos los habitantes del planeta.      
 







Pasar página


En ocasiones tenemos un inmenso atracón de sentimientos que amenaza con provocarnos una dolorosa indigestión. Aunque nos neguemos a vivir anclados en el pasado, una y otra vez hay situaciones que no dejan de asomarse a nuestra mente, dan vueltas por la cabeza, asentándose entre las cejas con total impunidad hasta que no nos toca más remedio que hacerles caso.
No queremos quedarnos atrapados en la pegajosa tela de araña del dolor que ciertas situaciones nos han provocado, nos negamos a ser esclavos de algo que pertenece al pasado, y queremos derribar los barrotes de la cárcel que nos mantienen prisioneros de los sentimientos que se despiertan en nuestro interior, cada vez, que como en un nido de avistas, algo se agita a  nuestro alrededor y se cuela en nuestro interior.
Sabemos que hasta que no extraigamos la esencia de lo sucedido, hasta que dejemos de sentirnos culpables por algo que no está al alcance de nuestra mano poder cambiar, hasta que asumamos, que por mucho que queramos hacernos comprende, no podemos obligar a nadie a que nos escuche, y hasta que no aceptemos la parte de responsabilidad que a cada cual le corresponde en los hechos, no podremos dejar de sentir lo que sentimos.
Alguien dijo un día que no hay que molestarse en dar explicaciones a quien no las quiere escuchar porque darlas solo sirve para complicar las cosas. Y eso es bien cierto cuando los oídos se hacen sordos para escuchar y las palabras solo sirven para enredar la lana de la madeja. Porque lo primero que se necesita es que todos los implicados en la situación o situaciones que desazonan hagan una acto de autoreflexión y autocrítica para poder observar desde la distancia las causas que desencadenaron la tormenta y la implicación que cada cual tiene dentro de ellas. Pero cuando las partes al completo no realizan ese trabajo de introspección y se continua con la letanía del "pobre de mí que he sido tratado injustamente" y que no sé ni cómo, ni por qué, ni desde dónde, me ha llegado el soplo helado, el encuentro reconciliador, y por ende el pasar página, no llega.
Es difícil que asumamos, que aún habiendo hecho y dicho las cosas desde nuestro corazón, podamos haber lastimado a alguien. Pues en ocasiones así es. Porque la crítica, o el creer que se está en posesión de la verdad absoluta, aunque esta crítica o posesión de verdad haya nacido de nuestro corazón, podemos estar hiriendo. Si no reconocemos esto podemos estar haciendo mucho daño a las personas a las que van dirigidas todas estas buenas intenciones, y seguiremos hiriéndolas una y otra vez porque no queremos reconocer que tal vez estábamos equivocados o que no era la mejor manera de afrontar la situación. Reconocer que podemos lastimar, aún sin querer, y pedir disculpas, asienta las bases para una nueva forma de relación, más respetuosa, más asertiva, más comprensiva, y así poder pasar página y mirar hacia delante.
Todo esto no quiere decir que debamos callar nuestros sentimientos y puntos de vista, es bueno y necesario que podamos hacerlo, siempre y cuando lo hagamos con el máximo respeto, escuchando los otros puntos de vista y aceptando que la verdad absoluta no existe porque la verdad es un prisma que tiene muchas lados.
El sentirnos heridos e inmersos en el dolor que se ha desencadenado no hace más que dejarnos atrapados en esa misma situación de la que queremos alejarnos. Y darle vueltas y más vueltas en un círculo inacabable solo consigue que no vivamos el presente como se merece, como lo que es, un precioso regalo.
No consiste en olvidar y enterrar el pasado, sino en recordar desde la lección aprendida para que el presente no se vea dañado y el futuro empañado. Hay que dejar que la herida cicatrice, que sane nuestro dolor, y eso, si no ha sido debido al bálsamo de la comprensión mutua de todos los implicados, tan solo puede sanarlo el tiempo y la distancia. Darnos tiempo para que la herida deje de sangrar y distancia para que el roce no vuelva a abrir la herida aún fresca.
Las cosas no ocurren porque sí, en todas ellas hay una lección implícita. Todas nuestras relaciones, todos las situaciones vividas, encierran un gran tesoro. De nosotros depende conseguir el mapa que nos lleve hasta él, y si ese mapa bifurca los caminos de las personas implicadas, que así sea, tal vez en algún recodo los encuentros se hagan llenos de alegría y plenos de reconocimiento mutuo. Ese, y solo ese, será el momento en el que verdaderamente habremos pasado página porque habremos escrito la historia con letras de amor  en el capítulo anterior de nuestro libro de vida.  
  

   

Larkspur (Espuela de Caballero)


Larkspur (Espuela de Caballero)
La flor de Larkspur está asociada desde la antigüedad al delfín, animal generoso que sintoniza con los cielos. La generosidad del delfín hace que sea guía de los barcos perdidos en el mar. Esto habla mucho de la energía que encierra en su interior esta bonita flor de color lavanda.
La esencia de Larkspur trabaja sobre el liderazgo puesto al servicio de los demás. 
En ocasiones la vida nos pone en situaciones donde tenemos que liderar aunque no nos creamos capacitados para ello. Sin quererlo, tenemos que asumir responsabilidades que atañen a las vidas de las personas que nos rodean, se nos adjudican roles para los que no nos hemos preparado previamente. Podemos ser capaces de tomar decisiones personales en situaciones cotidianas de la vida, pero cuando hemos de liderar una situación colectiva nos sentimos incapaces, dudamos o nos quedamos bloqueados, nos falta el empuje para tirar hacia delante. En ocasiones suele ser la propia familia la que nos pone en esa disyuntiva debido a la enfermedad  grave de alguno de sus miembros, alguien ha de tomar el mando para asumir decisiones o resoluciones en nombre del enfermo o hacer de puente entre los médicos, la familia y el enfermo. Se ha de llevar un gran peso sobre las espaldas y eso se convierte en una tarea demasiado pesada. 
Otras veces puede ser en el propio lugar de trabajo, asociación o comunidad. Hay responsabilidades que asumir, trabajo que efectuar y se necesita alguien que se alce en  portavoz del grupo. Pero puede ser que falte carisma para llevar a cabo ese difícil servicio, falta el magnetismo necesario para aglutinar a los demás y llevarlos en la dirección correcta.
Larkspur también se asocia al líder por naturaleza, al que llega a ese liderazgo por decisión propia o arrastrado por las circunstancias, que puede sentirse capaz de asumir esa ardua tarea pero que acaba ejerciéndola desde la dictadura o la tiranía. Lideres a los que les falta honradez o que se han rodeado de personas que no lo son, y se olvidan de que representan a un colectivo. El poder y la codicia los corrompen y acaban cayendo en el autoritarismo y la manipulación. 
La esencia de Larkspur también puede equilibrar en algunos casos de psicopatías: arrogancia, vanidad, agresividad. Y en cuadros maníacos ayudando a bajar la exaltación.
También conviene en las situaciones donde los roles materno y paterno están mal asumidos.
la vibración de esta esencia permite que la persona que se encuentra en una situación de liderazgo pueda asumirlo desde la calidez y la honradez, desde el servios a los demás, activando el magnetismo y las capacidades psíquicas para que aparezca el carisma necesario para poder representar a otros, llegando a ser el líder que alienta y que contiene a los que le rodean, que se da a los demás sin centrarse en su propio reconocimiento, convirtiendo esta tarea en algo feliz y no en una pesada carga.
La Naturaleza puso en nuestros campos la energía de las bellas flores lavanda de Larkspur para ayudarnos a encontrar el camino del servicio a los demás desde el amor y no desde la tiranía. A desarrollar ese servicio con la mente y el corazón unidos, porque solo así se puede avanzar desde el poder de la sabiduría y no desde el poder del autoritarismo. Ahora, más que nunca, nuestra sociedad necesita líderes capaces de escuchar, de empatizar, de comprender las necesidades grupales, de respetar y hacer respetar la tierra que nos sustenta, de aprender de los errores pasados para no seguir proyectándolos en el futuro, Lideres capaces de alumbrar el camino para facilitar el paso de los demás. Pero también necesitamos ser nuestros propios líderes para encaminar nuestros pasos hacia un mundo mejor, hacia un mundo de respeto y comprensión. Tenemos por descubrir en nuestro interior un líder del Amor, y es el momento de exteriorizarlo y ponerlo al servicio de nuestro amado planeta. Seamos todos lideres del AMOR.



miércoles, 16 de enero de 2013

Venciendo al miedo

Hace ya días que deseo compartir con vosotros una pequeña reflexión que me ronda por la cabeza y que no acababa de poner en palabras, creo que hoy ha llegado el día de hacerlo, tal vez porque de un tiempo a esta parte en las fórmulas florales que preparo para mis pacientes y para mi misma, ayudada con el amor incondicional de mis guías, una de las esencias florales que más aparece como prioridad es Yarrow, o tal vez sea porque me desperté esta mañana con ella rondando por mi mente. Sea cual sea el motivo aquí va mi reflexión.

Últimamente desayunamos, comemos, cenamos, dormimos y nos despertamos con el mismo bombardeo de noticias negativas sobre política, corrupción, economía, contaminación o la desastrosa marcha del mundo. Todos nuestros sentidos se contaminan con esta polución que no deja de crecer a nuestro alrededor y que nos arrastra aún sin querer, al pozo del miedo, la rabia, la frustración, la ira... estamos sumergidos, sin darnos cuenta, en el lodazal de la negatividad que hace mella en nuestras emociones y sentimientos, y por consiguiente, en nuestro cuerpo físico. Cada vez hay más de nosotros enfermos de estrés, con depresiones, alergias, problemas respiratorios, de digestión, padecemos de insomnio, estamos casi siempre de mal humor que acabamos volcando en aquellos que nos rodean, y que la mayoría de veces, no tienen la culpa de nada. Vomitamos este estado de ánimo en la persona que nos atiende al teléfono, tras un mostrador o en la cola de la compra.
Estamos tan saturados mental, física, emocional y psíquicamente que somos una bomba de relojería a punto de estallar en cualquier momento. Nos hemos dejado influenciar tanto por el entorno que nos ha tocado vivir, yo misma soy una muestra de ello, que no nos damos cuenta de la manipulación a la que nos tienen sometidas ciertas fuerzas poderosas a nivel mundial.
Hay a quienes les interesa muchísimo que vivamos permanentemente en este estado de psicosis y miedo, porque de esta manera nos aíslan y nos alejan de lo que verdaderamente queremos. Todos ansiamos una sociedad más justa, más igualitaria, más respetuosa... pero no al precio que nos la están queriendo vender. 
Necesitamos protegernos de toda esta densa nube de negatividad para poder ver las alternativas reales que tenemos para unirnos y alcanzar lo que todos los seres humanos deberíamos tener por derecho de nacimiento, la libertad de ser nosotros mismos desde el respeto a los demás y desde el amor.
Mientras sigamos siendo vulnerables a todo lo negativo que nos viene de fuera, sea en la forma de pensamientos, opiniones, comportamientos, sentimientos, noticias, comentarios, suposiciones... no podremos encontrar el equilibrio y la paz interna necesaria para lograr la unión de todos aquellos que deseamos un mundo mejor para nosotros y para dejar a nuestros hijos, alcanzado desde el dialogo y el respeto, desde la transparencia y el buen hacer, desde la confianza y la sinceridad. Sin mentiras, sin miedo, sin juegos ocultos de poder. 
Hasta que no comprendamos y hagamos nuestra la frase que nos legó la Madre Teresa de Calcuta: "A mi no me invitéis nunca a una manifestación en contra de la guerra, porque solo iré a las que estén a favor de la paz", no podremos ver la luz al final del túnel.
Yo ya me estoy preparando para ver esa luz, ya veo esa luz, y me gustaría que todos vosotros, los que también compartís esa mirada conmigo, nos uniéramos en esta parte del camino con todos aquellos que ya han comenzado a recorrerlo. Unámonos a los que se manifiestan por la paz y la armonía, y dejémonos ya de atrincherarnos en las barreras de la lucha contra el mal.

lunes, 14 de enero de 2013

Mullein (Gordolobo)

Mullein (Gordolobo)
La esencia de Mullein trabaja sobre la voz interior, sobre la conciencia, la ética y la moral, desarrollando la virtud de la rectitud y la honestidad.
Cuando no se tienen arraigados los valores morales, es muy difícil poder distinguir entre lo bueno y lo malo, y fácilmente caer en la mentira. La persona no nace mentirosa, se hace. La sociedad, la educación, las vivencias, el entorno, las circunstancias... van moldeando a las personas y cuando los valores morales no han tenido un fuerte arraigo desde la base, la honestidad y la conciencia pueden verse afectadas. 
Mullein es una esencia floral indicada para todas aquellas personas cuyos valores primarios han sido sustituidos por los de la mentira y la falta de honestidad.
Personas que mienten sin conciencia ética y con frialdad, que actúan así expresamente, deliberadamente, sabiendo que sus actos o palabras pueden causar daño o perjuicio a los demás. Tramposos, mentirosos, deshonestos, engañosos, pícaros. Están tan acostumbradas a mentir que llega un momento que se creen sus propias mentiras confundiendo la realidad.
Aquellos que mienten para tapar temas sociales, aparentando lo que no son, o debido a una situación determinada que no está bien vista en su círculo social.
Los que mienten por educación, para no quedar mal.
Personas que deliberadamente se guardan información para poder progresar socialmente o en el trabajo, mienten conscientemente porque tienen muy claro lo que quieren conseguir.
Los que mienten para no hacer algo y evitar responsabilidades o para no asumir su propia responsabilidad cuando han hecho algo indebido. 
También se puede mentir por miedo o por vergüenza, por falta de inseguridad en sí mismo porque se tienen proyectos de vida muy frágiles e inestables. 
Mentirosos compulsivos que tienen la necesidad de mentir, creen que no pueden sobrevivir sin mentir. 
Personas promiscuas, desconsideradas, que no pueden o no quieren escuchar la voz de su conciencia.
Cuando la mentira es provocada por las presiones sociales, la vibración de Mullein ayudará a desarrollar la rectitud, la veracidad y la honestidad, permitiendo adoptar una postura con respecto a la propia verdad, pese a la presión o los convencionalismos sociales. Permite encontrar la verdad por y para uno mismo y poder enfrentarse al mundo.
Mullein desarrolla la capacidad de tomar conciencia de aquello que nos hace ser deshonestos y poder transformarlo en respeto, ha darnos cuenta del dolor que podemos llegar a infligir con nuestras mentiras, capacitándonos para  la compasión y la empatía.
La esencia de Mullein puede también ser utilizada en vaporización cuando en un grupo se necesita desarrollar la unidad y la confianza, estimulando el trabajo en equipo para llevar hacia delante un proyecto en común.
A nivel físico esta esencia da muy buenos resultados en problemas de oído (imposibilidad de escuchar a los demás y de atender sus necesidades para así poder llevar a cabo las propias ambiciones). Fortalece la columna vertebral (su signatura es una espada que se yergue, simbolismo de la espada de la justicia) y en problemas de impotencia sexual masculina, incrementando la virilidad.
La naturaleza puso a Mullein en nuestros campos para ayudarnos a encontrar el camino de la verdad dentro de una sociedad donde los valores morales y éticos están dejando paso a la deshonestidad y la falta de conciencia. Donde el poder se sustenta en la mentira y no en la sabiduría, donde las apariencias tienen más valor que la transparencia, donde no se asumen las propias responsabilidades y se señala hacia todos lados para eludir el compromiso. Las flores espigadas de Mullein, que se yerguen hacia el cielo con orgullo y rectitud, nos brindan la vibración que nos ayudará a reencontrar el camino perdido hacia nosotros mismos, hacía nuestro propio equilibrio interior, y redescubrir el placer de caminar por el sendero de la verdad, de la ética y de la honestidad, a restituirnos el orgullo del trabajo en equipo, restaurando así la confianza en la unidad, en la creencia de que todos unidos podemos potenciar el gran cambio que nuestro mundo necesita y que  nuestras almas están reclamando como derecho propio de la humanidad.   

   
        


Decretos de amor en la familia

No mentir ni engañar
Ante todo sinceridad. Puede ser que duela, que no lo entiendan o que no guste, pero he de compartirlo todo con mi familia.

No pelear ni discutir
Podemos entendernos dialogando, no es necesario querer imponernos a gritos.

No manipular
Si manipulamos hacemos daño a los demás, y si hacemos daño a los demás nos hacemos daño a nosotros mismos.

No abusar
Si abusamos de los demás llegará un momento que los otros se cansarán y no nos ayudarán.

Colaborar con todos y con todo
Todos podemos aportar algo de nosotros para el buen funcionamiento de la familia, sea tiempo o trabajo.

Disfrutar con todos y con todo
Los gustos de los otros no tienen por que coincidir con los míos, pero también puedo disfrutar viendo disfrutar al otro.

Compartir las obligaciones
En todas las casas hay obligaciones ineludibles, si todos colaboramos se acaban antes, y todos tenemos más tiempo para nuestras cosas.

Disfrutar ayudando
Cuando ayudo al que me lo pide disfruta tanto como cuando me ayudan a mí, es hermoso poder ayudar.

Ser tolerantes
Si somos intolerantes y queremos tener siempre la razón no veremos nunca la razón del otro, y esa razón puede ayudarnos a entender las nuestras.

Ser comprensivos
A todos nos gusta que nos comprendan aunque lo que nos suceda no tenga importancia, puede que esa situación sea crucial para el que la padece.

Ser respetuosos
Si respetamos, nos respetarán, el espacio y el tiempo del otro es tan importante como el nuestro.

Ser ordenados
El orden es necesario para que todo funcione bien, perdemos más tiempo buscando que ordenando y el tiempo es un regalo divino, no lo desperdiciemos.

Derecho a la intimidad
Todos necesitamos nuestros momentos de intimidad, tanto los padres como los hijos, y eso no quiere decir que no compartamos nuestras inquietudes o preocupaciones.

Derecho a la independencia
Debemos ser independientes, no por molestar o darle trabajo al otro, sino por nosotros mismos. La independencia da libertad.

Derecho a la información
Si vamos a romper la rutina diaria o sabemos que no vamos a llegar a tiempo, informar a los demás. No es necesario que los otros sufran por algo que puede evitarse.

Derecho al descanso
Cada uno tiene un ritmo diferente de descanso y no es ni más ni menos importante que el de los demás. Si respetamos el descanso del otro, también respetarán el nuestro.

Derecho al ocio
Cada uno tiene una forma diferente de ocupar sus momentos de ocio, puede ser viendo la tele sin molestar al otro, leer sin interrupciones, meditar... Si no hay nada que lo justifique hay que respetar esos momentos.

Derecho a ser escuchado
A todos nos gusta que nos escuchen, y si no entendemos algo, a que nos expliquen las cosas.

Derecho a la amabilidad
Ser amable no cuesta tanto, todos podemos tener un mal momento o reacción, pero está en nuestra mano arreglarlo. Saber disculparse es algo maravilloso.

Derecho a equivocarse
Todos podemos equivocarnos, pero está a nuestro alcance buscar la mejor solución, y es seguro que entre todos podemos hacerlo.

Derecho a la libertad
La libertad es hermosa cuando no paso por encima de la libertad del otro. A todos nos gusta sentirnos libres.

Derecho al hogar
Nuestro hogar es nuestro refugio, nos pertenece a todos y por eso todos debemos respetarlo y cuidarlo.

Derecho a la convivencia
La convivencia de la familia es un regalo divino, démonos todos las oportunidades que podamos para hacerlo. Siempre que sea posible respetemos los horarios donde podamos disfrutar de ella: comidas, cenas, salidas, vacaciones... No es malo salir de noche, a todos nos gusta divertirnos, pero si lo convertimos en una costumbre no podremos coincidir nunca con el horario del resto de la familia, y nos estaremos perdiendo una maravillosa oportunidad de convivencia familiar.

Derecho a ver la televisión 
No es malo ver la televisión, pero la televisión no es un miembro más de la familia. Escucha a tu familia por encima de las cosas más importantes que estén emitiendo en esos momentos. Limita tus horas de audiencia. El tiempo que le dedicas a la tele no se lo dedicas ni a ti ni a los demás. Si hay algo en concreto que te interese ver comunícalo a los otros para que puedan respetarlo, pero no quieras que los otros respeten 24 horas continuadas de televisión.

Derecho a utilizar el ordenador
Utilizar el ordenador es necesario para mantenernos al día con los nuevos medios de comunicación y abrirnos a una cantidad inmensa de conocimientos. Pero el uso del ordenador no puede acaparar todas las horas que permanezcamos en casa. Tu familia es muy importante, dedícale tiempo e interésate por sus proyectos y sus inquietudes, dialoga y escucha como te gusta que también lo hagan contigo. Utiliza el ordenador como una herramienta de trabajo o un medio para mantenerte informado y comunicado con el exterior, nunca como sustituto de las relaciones familiares. 

Derecho a utilizar el móvil
La utilización del móvil es una gran adelanto tecnológico que nos facilita el poder estar en contacto en cualquier momento con los demás, pero nunca puede ser el centro de nuestra vida. Si no estás esperando una llamada importante desconecta o pon en silencio tu móvil cuando estés disfrutando de un momento familiar. 

Todos estos decretos de amor en la familia se resumen en uno único y maravilloso:

Toneladas de Amor, Respeto, Tolerancia y Alegría