Reflexiones de Año Nuevo
No nos hemos dado cuenta y el trascurso de los días
nos ha llevado de nuevo al final de un nuevo año. El libro de nuestra vida ha
finalizado una nueva página y en ella han quedado reflejadas las vivencias, que
a lo largo de ese lento o rápido transcurrir de días, hemos ido experimentando.
Nuestros miedos, ilusiones, esperanzas, sueños, proyectos, propósitos,
superaciones y fracasos. Sentimientos y emociones que nos han impulsado a
descubrir nuevos territorios o nos han frenando para alcanzar nuevas metas, han
quedado gravadas con tinta permanente en esas páginas.
Pero de nuevo una de ellas se abre ante nosotros
totalmente nívea, esperando ser la destinataria de nuevas experiencias
enriquecedoras. A cada uno de nosotros le corresponde la decisión de cómo quiere
llenarlas. Podemos ir escribiendo en ella nuestro enojo por las situaciones de
nuestro alrededor que no podemos controlar o con la esperanza de aquellas otras
que si está en nuestra mano cambiar. Lamentarnos por todas las cosas que no
podemos tener o disfrutar de las maravillas que están a nuestro alcance.
Culpabilizar a los demás por todo lo que hicieron o dejaron de hacer o tomar las
riendas de nuestra vida para hacer aquello que debemos hacer o que queremos
lograr.
Nosotros y solo nosotros somos los responsables de la
forma en la que queremos dejar constancia de nuestra vida en esta página que se
nos abre esplendorosa. Sí que es cierto que vamos a encontrarnos con
situaciones que directamente no hemos creado, pero que no por ello van a dejar
de seguir su curso, pero la forma en cómo las experimentemos y las afrontemos,
eso sí que va a ser decisión nuestra. Podemos lamentarnos, enfadarnos o
quedarnos paralizados por la impotencia, o podemos ponernos derechos, observar
los obstáculos y mirar la mejor manera de sortearlos.
Trescientas sesenta y cinco líneas esperan ser
rellenadas de nuestro puño y letra, y ojalá que ésta no se quede emborronada en
ningún párrafo con nuestras lágrimas, que su escritura sea firme y decidida, y
que si en algún momento las experiencias escritas se han de inclinar hacia
algún lado sean definitivamente hacia arriba, hacia la superación de uno mismo
y la persecución de los sueños, y no inclinada hacia la rampa de las
desilusiones y la desesperanza. Que el amor y la sabiduría sean la tinta que
les de forma y la tolerancia, el respeto y la paciencia la letra que escojamos
para escribirla.
Mi mayor deseo para todos vosotros es que cuando
pongáis el punto y final a esta nueva página y leáis todo lo que hay escrito en
ella una sonrisa de satisfacción se abra camino en vuestro rostro, os rías de
vosotros mismos y de vuestros errores y os felicitéis por todo aquello que
hayáis alcanzado sintiéndoos orgullosos de vuestros logros.
Que el AMOR hacia vosotros mismos y hacia todo aquello
que os rodea sea la Luz que guíe vuestros pasos.
¡¡¡¡FELIZ Y PRÓSPERO AÑO
NUEVO!!!!