Pink Yarrow (Milenrama Rosada) |
Cuando nos es difícil distinguir los estados de ánimo propios frente a los que reinan en el entorno, podemos tener dificultades para protegernos emocionalmente y caer en la noria de percibir tan intensamente los estados de ánimo y los sentimientos de los demás que acabamos asumiéndolos como propios. Nos dejamos envolver por problemas emocionales que no son nuestros, conectando excesivamente con el dolor del otro, llegando incluso a poder somatizar su somatización.
Personas muy vulnerables, absorben las dificultades o las características del otro, identificándose o simbiotizándose, es decir, si el otro se molesta por algo, también se enojan sin saber muy bien por qué. Les cuesta relacionarse en forma grupal, ya que cuando lo hacen, al ser tan hipersensibles, emotivas e influenciables, tienden a sentirse incomodas sin saber identificar el motivo. Tienden a compadecerse de los demás a costa de sus propias renuncias. Cuando los lazos que los unen a otras personas son muy fuertes se confunden o fusionan con las emociones que no les pertenecen, perdiendo incluso la propia personalidad, no logran diferenciar suficientemente quién siente qué. Pueden, incluso, mimetizar gestos o formas de hablar de las otras personas. En el caso de ruptura emocional, separación o muerte de la pareja pueden quedarse disfuncionalmente perdidas sin identificar lo que pertenecer a si mismas o a los demás.
Muy recomendable en niños esponja que se empapan del estado de ánimo que domina a la familia, en el jardín de infancia o la escuela, haciéndoles sufrir y tener un comportamiento anómalo.
También en las situaciones puntuales en las que hay un cambio radical en la vida que puedan hacer aparecer estos desequilibrios emocionales al dejarse influenciar por los demás (adolescencia, embarazo, mudanza...).
Muy buena para terapeutas, médicos, profesores o cualquier persona que por su trabajo deba relacionarse con otras personas, y a los que les cuesta poner una pantalla emocional entre ellos y los demás y acaban por implicarse emocionalmente.
Situaciones de estrés y personalidades paranoides.
A nivel físico, menstruaciones muy abundantes, disminuye la pérdida. A nivel simbólico actúa para que el "yo" no sangre demasiado, protegiendo de los impactos negativos.
Con esta esencia se logra encontrar la distancia óptima entre uno mismo y los demás, ayudando a discernir qué sentimientos pertenecen a cada cual. Protege y ayuda a poner límites de donde estás tú y de donde estoy yo, sin implicación, siendo permeable a la emoción, estableciendo relaciones fundamentadas en el entender el dolor ajeno sin quedarse atrapado en las emociones. Empatizar sin inmiscuirse emocionalmente.
Las tres milenrama (Blanca, campo etérico. Rosada, campo emocional. Dorada, campo mental) funcionan muy bien como fórmula en estados puntuales donde se necesita una máxima protección a todos los niveles.
La Naturaleza puso en nuestros campos la rosada energía de esta flor para inundar nuestros corazones de amor, ese amor tan necesario para poder relacionarnos con los demás, comprenderlos y ayudarlos desde la plena conciencia de quien es cada cual, sus motivaciones y sus aprendizajes, con la sabiduría de que cada uno tiene un camino a seguir y que tan solo somos caminantes en un mismo sendero dándonos la mano cuando la necesitamos, pero sin quedarnos atrapados en las experiencias del otro. Porque cuando nos quedamos enganchados a la energía que no nos pertenece, ni podemos ayudar ni dejamos avanzar, y lo que es más perjudicial, tampoco avanzamos nosotros porque nos quedamos viviendo las emociones y las experiencias que pertenecen a otros sin vivir las propias.
Pink Yarrow nos proporciona la sabia vibración de poder discernir entre lo que nos ha de mover en nuestro andar por la vida y lo que forma parte del caminar del otro, comprendiendo y empatizando, consolando y ayudando, pero desde la distancia prudencial que nos permite no quedar absorbidos por el campo energético y emocional de las personas que nos rodean.
Esta mágica esencia que salpica nuestros campos nos enseña que el amor verdadero es aquel que fluye sin ataduras, sin quedarse atrapado, en libertad, que se filtra en los corazones de todos los que interactúan pero permitiendo que el cada alma siga su propio sendero.
Personas muy vulnerables, absorben las dificultades o las características del otro, identificándose o simbiotizándose, es decir, si el otro se molesta por algo, también se enojan sin saber muy bien por qué. Les cuesta relacionarse en forma grupal, ya que cuando lo hacen, al ser tan hipersensibles, emotivas e influenciables, tienden a sentirse incomodas sin saber identificar el motivo. Tienden a compadecerse de los demás a costa de sus propias renuncias. Cuando los lazos que los unen a otras personas son muy fuertes se confunden o fusionan con las emociones que no les pertenecen, perdiendo incluso la propia personalidad, no logran diferenciar suficientemente quién siente qué. Pueden, incluso, mimetizar gestos o formas de hablar de las otras personas. En el caso de ruptura emocional, separación o muerte de la pareja pueden quedarse disfuncionalmente perdidas sin identificar lo que pertenecer a si mismas o a los demás.
Muy recomendable en niños esponja que se empapan del estado de ánimo que domina a la familia, en el jardín de infancia o la escuela, haciéndoles sufrir y tener un comportamiento anómalo.
También en las situaciones puntuales en las que hay un cambio radical en la vida que puedan hacer aparecer estos desequilibrios emocionales al dejarse influenciar por los demás (adolescencia, embarazo, mudanza...).
Muy buena para terapeutas, médicos, profesores o cualquier persona que por su trabajo deba relacionarse con otras personas, y a los que les cuesta poner una pantalla emocional entre ellos y los demás y acaban por implicarse emocionalmente.
Situaciones de estrés y personalidades paranoides.
A nivel físico, menstruaciones muy abundantes, disminuye la pérdida. A nivel simbólico actúa para que el "yo" no sangre demasiado, protegiendo de los impactos negativos.
Con esta esencia se logra encontrar la distancia óptima entre uno mismo y los demás, ayudando a discernir qué sentimientos pertenecen a cada cual. Protege y ayuda a poner límites de donde estás tú y de donde estoy yo, sin implicación, siendo permeable a la emoción, estableciendo relaciones fundamentadas en el entender el dolor ajeno sin quedarse atrapado en las emociones. Empatizar sin inmiscuirse emocionalmente.
Las tres milenrama (Blanca, campo etérico. Rosada, campo emocional. Dorada, campo mental) funcionan muy bien como fórmula en estados puntuales donde se necesita una máxima protección a todos los niveles.
La Naturaleza puso en nuestros campos la rosada energía de esta flor para inundar nuestros corazones de amor, ese amor tan necesario para poder relacionarnos con los demás, comprenderlos y ayudarlos desde la plena conciencia de quien es cada cual, sus motivaciones y sus aprendizajes, con la sabiduría de que cada uno tiene un camino a seguir y que tan solo somos caminantes en un mismo sendero dándonos la mano cuando la necesitamos, pero sin quedarnos atrapados en las experiencias del otro. Porque cuando nos quedamos enganchados a la energía que no nos pertenece, ni podemos ayudar ni dejamos avanzar, y lo que es más perjudicial, tampoco avanzamos nosotros porque nos quedamos viviendo las emociones y las experiencias que pertenecen a otros sin vivir las propias.
Pink Yarrow nos proporciona la sabia vibración de poder discernir entre lo que nos ha de mover en nuestro andar por la vida y lo que forma parte del caminar del otro, comprendiendo y empatizando, consolando y ayudando, pero desde la distancia prudencial que nos permite no quedar absorbidos por el campo energético y emocional de las personas que nos rodean.
Esta mágica esencia que salpica nuestros campos nos enseña que el amor verdadero es aquel que fluye sin ataduras, sin quedarse atrapado, en libertad, que se filtra en los corazones de todos los que interactúan pero permitiendo que el cada alma siga su propio sendero.