Pretty Face ( Cara Bonita)

Pretty Face (Cara Bonita)

Las flores de Pretty Face nos muestran con su signatura una de las principales desarmonías que trabaja. La polaridad entre el amarillo radiante de sus pétalos, en contraposición al ribete negro que los bordea y su nervadura central, nos habla de la polaridad del exceso o defecto de arreglarse físicamente cuando uno no está contento con su cuerpo.

La esencia floral de Pretty Face posee una energía muy necesaria en la sociedad actual, ya que hay muchas personas que necesitan esta esencia. Estamos inmersos en una sociedad donde se hace mucho énfasis en los cánones de belleza, imagen y moda. Por todos lados y a todas horas, los medios de información y publicitarios bombardean con mensaje e imágenes cuyos contenidos son, que sino somos elegantes, ni jóvenes, ni tenemos buen tipo no vamos a ser amados, aceptados, ni vamos a triunfar en la vida, y eso induce a dar una excesiva importancia al aspecto, o por el contrario, a menospreciarlo.

Cuando día a día nos vemos acosados por esta información que menoscaba nuestra autoestima, acabamos por convertirnos en personas tímidas, depresivas e insatisfechas, con temor a ser rechazados o desvalorizados, a no creer en nosotros mismos porque no logramos alcanzar el estado de "belleza"que se nos exige. Esto hace que comencemos a darle  una importancia desmesurada al aspecto que tenemos y un excesivo apego a la belleza y la juventud, lo que puede llevarnos a someternos a operaciones de estética porque no queremos aparentar la edad que tenemos, y a dar siempre la imagen de la juventud eterna más allá de lo que por naturaleza sería normal, y acabar así ofreciendo una imagen patética de nosotros mismos. Podemos recurrir también a intentar embellecernos a través del excesivo uso de los cosméticos o maquillaje con la creencia de que eso nos va a hacer más bellos y jóvenes, y lo que acabamos mostrando al exterior es una imagen totalmente distorsionada y cómica.

En contraposición, nuestra autoestima socavada, puede llevarnos a encontrarnos tan feos que no vemos ninguna razón para arreglarnos y acabamos descuidándonos en exceso. Al no sentirnos agraciados nos abandonamos, pensamos que no tiene sentido cuidarnos si de todas formas no vamos a estar guapos, y por lo tanto, nadie se va a fijar en nosotros. Nos sentimos como el patito feo, y no tan solo no apreciamos nuestra belleza física, sino que tampoco vemos nuestra belleza interna.
Pretty Face también es para personas con deformaciones físicas en el rostro o/y en el cuerpo. La esencia floral ayudará a encontrar la belleza dentro del reto kármico.
También en casos de anorexia o bulimia cuando detrás hay este patrón de fondo.
Para adolescentes, y mujeres en la menopausia y el embarazo, cuando esos cambios físicos hacen que las personas se sientan feas y fuera de los cánones de belleza.
Para los que temen el envejecimiento y lo viven con gran angustia o depresión.
La energía de Pretty Face ayuda a que la persona se quiera y se acepte físicamente, a conectar con la propia belleza, a tomar partido de la belleza que se tiene y a potenciarla. Despierta las ganas de arreglarse y sentirse bien con el propio físico. Permite sentirse pleno, armonioso y aceptarse con la seguridad y la calma que da la belleza interior, a tener equilibrio entre el ser y el mostrar. Esta esencia actúa muy rápido, al tomarla la persona se preocupa equilibradamente de su imagen, y la mejora, tanto si es por exceso como por defecto. En ocasiones es necesario trabajarla conjuntamente con esencias de autoestima.
La Naturaleza puso la energía de Pretty Face en nuestros campos para ayudarnos a comprender que la belleza física es efímera, y que la verdadera belleza es la que nace de nuestro interior, la que se plasma en nuestra mirada y en nuestra sonrisa, la belleza serena y calma que procede del alma e ilumina nuestro rostro. La que se trasmite a nuestros actos y a nuestros sentimientos. Esa es la belleza que mostramos a los demás y por la que debemos sentirnos orgullosos, lo sepan apreciar los otros o no. Las modas van y vienen, los cánones de belleza cambian, los años pasan y se reflejan en nuestro físico, pero la verdadera belleza permanece, no tienen edad ni se rige por estereotipos, es irradiada desde dentro, desde nuestro propio centro, es una luz que no puede atenuarse ni apagarse a pesar del tiempo o de las circunstancias.