Un fracasado es una persona que ha cometido un error pero que no es capaz de convertirlo en experiencia
Cuánto miedo nos da fracasar, es tan grande ese miedo que evitamos hacer muchas cosas con tal de no tener que afrontarlo, y es entonces cuando nos dejamos cosas importantes por vivir. Dejamos de amar por si nos equivocamos y salimos lastimados, y por medio nos perdemos una de las experiencias más maravillosas y completas que puede vivir el ser humano: la entrega, la pasión, la ternura, la complicidad, la alegría, la felicidad... el abandono, la tristeza, la soledad... Sí, es cierto, el amor puede tener las dos caras de la moneda, pero ambas son experiencias, que vividas en plenitud y con conciencia, hacen que avancemos en el camino de la evolución como seres humanos.
No fracasamos por amar y no ser correspondidos, ni cuando el amor deja paso a la indiferencia, fracasamos cuando no hemos amado por miedo a equivocarnos sin permitirnos vivir esa experiencia en plenitud. Cuando anticipamos tanto ese fracaso que no le damos una oportunidad al amor y lo sentenciamos antes de que florezca, cuando permitimos que otros nos dicten su camino sin luchar por dejar salir lo que en realidad sentimos, cuando nos quedamos anclados en el pasado recordando vivencias anteriores que lo han adulterado, cuando tenemos miedo a que otros no sientan lo que nosotros sentimos... estamos fracasando porque nos estamos cerrando a la experiencia.
Cuando aprendamos e integremos el conocimiento de que en la vida no hay errores posibles porque todo forma parte de la experimentación, dejaremos de lado la mayoría de nuestros miedos.
La humanidad no hubiera podido avanzar si con cada error cometido se hubiera tirado la toalla. Los laboratorios están llenos de experimentos fallidos, de comienzos desde diferentes ángulos, de sentimientos dolorosos al no obtener los resultados esperados, pero también de la alegría y la felicidad de los éxitos alcanzados, y por medio, el camino recorrido entre los numerosos errores y el logro final. El no darse por vencidos con el primer error cometido, el de seguir poniendo empeño en aquello que sabemos que nos va a proporcionar la experiencia que necesitamos para lograr lo que soñamos, es lo que hace que nos sintamos vivos. Aquel que soñó un buen día con volar por los cielos y persistió en sus caídas sin importarle el dolor ni los errores cometidos, sino los pequeños avances que hacia con cada golpe recibido, fue el que nos dio la posibilidad a los demás de surcar los cielos y recorrer distancias inimaginables hasta para el mismo que soñó con volar algún día.
Todas las cosas que damos por sentadas han estado forjadas en los intentos fallidos de otras personas, que persistieron en sus propósitos superando sus miedos al fracaso y transformando esa posibilidad en experiencia vivida.
No, no fracasamos cuando nos equivocamos, porque los errores son nuestros mejores maestros, nos hablan de paciencia, tolerancia, persistencia, crecimiento, aprendizaje, tesón, constancia, renuncia, abandono, aceptación... de ver la vida desde todos los ángulos posibles, de aceptar que los resultados obtenidos pueden no ser los esperados y a pesar de ello haberlo logrado, de crecer con cada intento, de darnos la posibilidad de caer, y a pesar de ello, levantarnos y seguir caminando, de demostrarnos a nosotros mismos que los sueños pueden ser alcanzados a pesar de las equivocaciones que hayamos cometido. No, no fracasamos cuando nos equivocamos, fracasamos cuando no experimentamos.
Gracias gracias por cruzarte en mi camino en este momento de mi vida. Hace meses cuando me dan una flor leo el significado pero no habia apreciado tus textos. Saludos desdr argentina
ResponderEliminarAnne
Hola Anne, perdona por no haberte contestado antes.
ResponderEliminarMe encanta que las palabras que comparto con todos vosotros puedan ayudaros en algo, me hace muy feliz.
Un abrazo de luz