La muerte no es un castigo ni una maldición, no hay vida y muerte, tan solo es un momento transcurre en el plano de la esencia y el otro en el plano de la manifestación física
La muerte, para la mayoría de nosotros, es una auténtica desconocida que nos atemoriza y nos repele. La sola mención de la palabra hace que nos giremos y nos vayamos, o que simplemente cambiemos de conversación diciendo: "Vamos a hablar de cosas más agradables".
La palabra muerte representa para nosotros muchas cosas, y casi ninguna de ellas se ajusta a la verdad: miedo, dolor, rabia, fracaso, impotencia, pérdida, tristeza, terror, vergüenza, final... Pero la realidad ciertamente es otra. Creemos que la muerte es un fracaso. Fracasamos porque al final morimos, a pesar de lo que hemos sido, hecho o sentido. Da igual si hemos sido "buenos o malos", si tenemos estudios o somos analfabetos, ricos o pobres. Nada de eso importa, todos fracasamos en nuestro intento de no morir. Es algo que se escapa a nuestro control, que no podemos dominar ni predecir.
Mientras no cambiemos estas estructuras mentales no seremos capaces de verla como realmente es: la puerta de salida del gran escenario de nuestra vida. Asumimos con alegría el nacimiento de un ser en este plano de existencia. Lo celebramos con ilusión y esperanza, y sin embargo, no deja de ser la puerta de entrada de ese teatro. Si tan sólo comprendiéramos que para entrar en cualquier parte, antes hemos tenido que salir de otro lugar, tal vez lo entenderíamos de otra manera.
Cuando nacemos a esta vida, anteriormente hemos tenido que "morir" de cierta forma de otra vida, que a bien seguro, era mucho más serena y apacible que ésta. El nacer es un morir, es un tránsito, una trasformación. Debemos incorporar nuestro ser ilimitado en un cuerpecito limitado para poder experimentar. Es nuestra forma de evolución sobre la tierra. Venimos para experimentar muchas cosas que necesitamos para nuestro crecimiento, y una vez hemos completado ese ciclo, marchamos para poder integrar ese conocimiento, descansar y reponernos hasta nuestra siguiente experimentación. Por lo tanto, desde el mismo instante de nacer llevamos implícito nuestro momento de morir. Todo forma parte de lo mismo, nacer y morir es una misma cosa, las dos partes de un proceso: "VIVIR". No se puede vivir sin nacer, y no se puede nacer sin morir. Es un ciclo que se repite inexorablemente.
Desde pequeños nos dan la posibilidad de comprender el milagro de la vida. Lo estudiamos en la escuela, lo leemos en los libros, nos lo explica la familia. Vamos a ver a los recién nacidos, les llevamos regalos. Felicitamos y celebramos. Sin embargo, nadie nos prepara para el maravilloso milagro de la muerte. Tal vez creamos que la muerte es un final y ya está, que todo se acabó para siempre. ¿Qué sentido tiene nacer, vivir y morir si eso es todo? Que tristeza y que dolor comporta el tener ese concepto. No significa nada la persona que fuimos, que amó, que sufrió, se entregó, trabajó, creó, disfrutó, lloró, se esforzó... nada de eso representa absolutamente nada ante la muerte, la gran aniquiladora, que como una trituradora engulle el ser que fuimos, y todo se acabó. Pero aún así, somos capaces de entender que una trituradora transforma la materia, que la materia no se destruye, tan solo pasa a otro estado de forma ¿Por qué nosotros no?, ¿desaparecemos sin más?, ¿desaparecemos totalmente?
El problema radica en que creemos que tan solo somos un cuerpo: órganos, músculos, sangre, huesos... y nada más ¿Nos hemos preguntado qué motor, qué energía, qué fuente mueve todo esto? Cuando asumimos que no somos tan solo un cuerpo, sino que "somos algo más", nuestro concepto de muerte comienza a cambiar. La palabra muerte adquiere un nuevo significado: transformación, tránsito, transmutación, evolución, experimentación, vuelta a casa, celebración, regreso, despedida, reencuentro... si somos capaces de desmitificar la muerte, somos capaces de vivir nuestra vida plenamente. Sin miedo, con amor y respeto, hacia nosotros y hacia todo lo que nos rodea. Nuestra vida es algo maravilloso, es nuestra posibilidad de experimentar todo aquello que deseamos. De amar y de odiar, de reír y llorar. De un sinfín de emociones y sentimientos. Todo está dispuesto para nuestro aprendizaje. Entendiéndolo somos capaces de amar nuestro cuerpo y respetarlo, porque es el vehículo que nos conduce a lo largo de la vida, y entendemos, que al igual que debemos nacer para esta experimentación, llegado el momento, es maravilloso tener un medio que nos facilite la salida de ella y poder integrar todo lo aprendido. Ese medio es la muerte, un renacimiento, un comienzo, una evolución.
Compañero de viaje, te deseo lo mejor en tu vida y en tu muerte, y que tu viaje de regreso al hogar esté lleno de comprensión y sabiduría, de luz y paz. De mucho amor.
hola.gracias por esa reflexion. da un poco de tranquilidad pero no completa. en mi opinion para que la gente muera debe pasar algo funesto, nadie muere de la risa... espero ademas que eso de la reencarnacion no sea cierto porque si debo pasar cosas peores por no superar las actuales... volver a vivir no es esperanzador... ademas de eso... morir significa dejar a tu gente, separacion... bueno eso es lo que yo siento... perdi hace 5 meses a mi mami una mujer muy joven y llena de vida... en un accidente de transito, no me parece justo... y ciertamente veo a la muerte como un castigo... no se pensaba que la gente buena ... tenia derecho a vivir feliz y mucho tiempo... ahora nada parece tener sentido
ResponderEliminarSiento el dolor que te comporta la muerte de tu madre. Todos cuando perdemos a un ser querido nos quedamos con un huequito en nuestras vidas difícil de llenar, pero los recuerdos compartidos jamás desaparecen de nuestro corazón... y es ahí donde debemos agarrarnos con uñas y dientes para superar ese dolor. Independientemente de que creamos o no en la reencarnación, en que volveremos a encontrarnos con ese ser al que amamos tanto, que la vida no acaba con la muerte o que la muerte es simplemente el siguiente paso en nuestra vida, el mejor homenaje que podemos hacerle a aquel que nos ha dejado es seguir hacia delante y vivir la vida en plenitud, no quedarnos anclados en lo que pudo ser y no fue ni en el dolor de la separación, porque aunque físicamente ya no podemos abrazar al ser amado podemos seguir abrazándolo a través de nuestros recuerdos y de los momentos compartidos, esos no desaparecen de nuestras vidas, forman parte de ella, y de igual manera, entrelazan su presencia en nuestra vida ya que hay algo más fuerte que la presencia física para mantenernos unidos. También he perdido a seres queridos, y el dolor de la separación ha sido fuerte, pero precisamente porque hay dolor también a habido mucho amor y a eso es a lo que he dado la mano para dar los pasos necesarios y salir de ese momento que parece engullirnos. Mi muestra de amor hacia todos ellos ha sido el vivir mi propia vida y seguir adelante con alegría para que ellos puedan seguir viviendo en los hermosos recuerdos que compartimos. Tu mamá seguro que se sentirá muy orgullosa de ti, independientemente de donde creas que pueda estar o no estar, porque en tu corazón no desaparecerá jamás. Un abrazo de corazón a corazón.
ResponderEliminargracias sra montse, por responderme. Me he sentido muy mal. No dejo de pensar que la vi feliz saliendo de casa, sin despedirnos y 2 horas despues, mi madre de apenas 54 anos una llamada mi mami fallecio... me la mataron porque el accidente fue culpa de un hombre ... Es demasiado para mi... mi mami no solo era mi madre sino mi mejor amiga.. nunca hablamos de ese tema y me siento infiel con mi mami por estar viva y ella no... porque no entiendo porque mi mami no pudo tener derecho a seguir disfrutando su vida,paso trabajo de pequena, fue buena hija, mama, esposa, hermana y cuando iba a disfrutar... ese dia iba para la playa.. sucedio esta desgracia... de verdad ni mi corazon ni mi cabeza puede entender esto... todos los dogmas y creencias en la vida, dejan de tener sentido... mami siempre me decia que quien actuaba bien en la vida le iba bien... asi que no entendi por q tenia q pasarle esto! el domingo ' 4 dias antes del accidente' me dijo que era una consentida de Dios que todo lo q ella le pedia se lo daba... y luego el accidente... yo no fui con ella... siento q si hubiese ido, de repente hubiese podido hacer algo pero no fui y la perdi. gracias por escucharme y por permitir desahogarme sra Montse. gracias por el abrazo, igual para ud. siempre pienso que mi mami debe estar triste nunca ni ella ni nosotros esperamos algo asi, fue una separacion muy drastica e injusta. mi nombre es yoana....
ResponderEliminarEspero querida amiga que el paso de los días haya podido ir curando esa herida tan grande que sentías en tu corazón, y que hayas podido encontrar de nuevo el sentido a la vida. La vida es el mejor regalo que tenemos y el presente el único momento, por lo que no pierdas ningún instante culpándote de nada, ya que tu no tuviste nada que ver con lo sucedido. Sucedió sin más.
ResponderEliminarTu mamá fue una mujer única que supo sacar todo el partido a la vida, y estuvo satisfecha y feliz de su paso por ella. Sigue su ejemplo, porque estoy segura de que no hubiera querido que tu malgastaras la tuya con lamentaciones y culpabilidades. La tristeza que puedas sentir por todo lo sucedido es totalmente lícita, es un sentimiento muy humano, pero a pesar de esto has de seguir hacia delante, y no solo por ti misma, sino por ella, es el mejor homenaje que puedes hacerle. Recuérdala con amor y alegría porque no se merece menos, ya que su paso por esta vida, según me cuentas, estuvo marcado por esos sentimientos. Otras personas viven vidas más largas pero carentes de sentido, ella supo encontrarlo y era feliz, quédate con esto, y llena tus días de vida y no añadas días a tu vida carentes de lo principal... el agradecimiento por estar viva y poder seguir recordando con alegría todos los buenos momentos que pasaste junto a tu mamá. Recupera poco a poco la felicidad y siente en tu corazón la suya por saberte feliz, porque eso, al fin y al cabo, es lo que todas las madres queremos para nuestros hijos. Recibe un abrazo muy fuerte.
gracias sra montse por estar pendiente. definitivamente ya la vida ni mis pensamientos son los mismos... no es nada facil aunque lloro un poco todos los dias siento q me duele el corazon,todavia no creo lo que paso siento como si caminara en una nube gris todos los dias y me siento muy sola sin mi mami. siempre estabamos juntas o por lo menos yo la llamaba no se cuantas veces al dia, ya casi va a ser un 1 ano sin mi mami, y hasta el tiempo es raro parecer poco y al mismo tiempo es mucho. es una pesadilla. Gracias por todo. un fuerte abrazo. yoana
EliminarPasito a pasito Yoana, todo necesita su tiempo, y cada cual lleva su ritmo en acontecimientos tan dolorosos como el tuyo, pero si te aferra a la felicidad que compartiste con tu mamá y no al dolor de su pérdida, será todo mucho más llevadero. Y recuerda... tu mamá esta siempre contigo dentro de tu corazón y alrededor de todas las cosas que compartisteis juntas. Un fuerte abrazo.
EliminarBuenas noches sra Montse. Gracias por sus consejos. Desde que esto paso no me reconozco, me veo en el espejo y no se quien soy. Me siento mal por estar viva y mi mami no. Siento que tengo el corazon lleno de odio. Y tengo muy malos pensamientos contra el que mato a mi mami, me da rabia que este feliz, como si nada paso... No puedo entender como Dios prefirio llevarse a la inocente y dejar al culpable... trato de reconciliarme con Dios pero es dificil a veces he dudado que existe, antes conversaba con el como un amigo, y a pesar de que se, no soy nada frente a el, me duele que dejara pasar lo que paso. Siento mucho odio en mi corazon, me la paso pensando en la muerte todos los dias, en lo que sufrio mi mami, en que como estara, que habra pensado, que habra sentido, por que no fui? por que no estuve con ella cuando mas lo necesite? que tuve que hacer para evitarlo?. Ademas generalmente se me vienen malos pensamientos contra la gente incluso contra mi mami... No entiendo por que hasta contra la gente que amo? tengo que luchar con mi dolor contra esos pensamientos...o sera que soy mala desde siempre y no lo sabia y esto saco lo peor de mi... SIento que traiciono a mi mami todos los dias, no puedo ni recordarla ni ver sus fotos, sera que no quiero a mi mami... Es una pesadilla, son tantos sentimientos encontrados. gracias por escucharme. Yoana
ResponderEliminarYoana todo esto que te sucede tiene un nombre: "DUELO" y tu estás pasando por el tuyo. Estás anclada en la fase de la rabia y tal vez necesites de algún profesional que te ayude a pasar a la fase de la aceptación. De todas formas cada persona necesita su propio tiempo para superarlo y no te sientas culpable ni mala persona por tener los sentimientos que tienes, simplemente eres humana. Pero te ayudaría mucho a avanzar si comienzas a incorporar en tu interior la creencia de que la muerte no existe, de que tan solo es un cambio de estado y de que tu mamá acabó su estancia en este plano para poder seguir su evolución. Estoy segura de que ella, esté donde esté, sigue velando por ti y de que percibe tu tristeza, por eso, por amor a ella y a lo que compartisteis juntas, deberías a comenzar a dejar ir la rabia y la culpa y dar paso a la paz que tanto anhela tu corazón. Si tienes la posibilidad de acceder a un terapeuta floral, y si no es posible a alguien que te prepare unas esencias florales, no estaría de más que tomaras Yerba Santa, Angélica y Pine, te ayudarían mucho a liberar ese gran peso que sientes y que te dificulta seguir adelante con tu vida. La vida es el preciado regalo que todos recibimos cuando llegamos a este plano y no hay que perder ni un solo instante de ella, es el mejor homenaje que les podemos hacer a todos aquellos que ya no están junto a nosotros. Recibe un fuerte abrazo de corazón a corazón.
Eliminarla vida y la muerte son contiguas, y se oponen; pero siempre están una al lado de la otra.
ResponderEliminarCierto Gasen Estrella, que la muerte y la vida son contiguas porque una no puede existir si la otra.
ResponderEliminarLa vida y la muerte forman parte de la misma puerta que se abre hacia un lado o hacia otro para facilitarnos la salida o la llegada a otro plano de conciencia.
Un abrazo de luz.