miércoles, 16 de enero de 2013

Venciendo al miedo

Hace ya días que deseo compartir con vosotros una pequeña reflexión que me ronda por la cabeza y que no acababa de poner en palabras, creo que hoy ha llegado el día de hacerlo, tal vez porque de un tiempo a esta parte en las fórmulas florales que preparo para mis pacientes y para mi misma, ayudada con el amor incondicional de mis guías, una de las esencias florales que más aparece como prioridad es Yarrow, o tal vez sea porque me desperté esta mañana con ella rondando por mi mente. Sea cual sea el motivo aquí va mi reflexión.

Últimamente desayunamos, comemos, cenamos, dormimos y nos despertamos con el mismo bombardeo de noticias negativas sobre política, corrupción, economía, contaminación o la desastrosa marcha del mundo. Todos nuestros sentidos se contaminan con esta polución que no deja de crecer a nuestro alrededor y que nos arrastra aún sin querer, al pozo del miedo, la rabia, la frustración, la ira... estamos sumergidos, sin darnos cuenta, en el lodazal de la negatividad que hace mella en nuestras emociones y sentimientos, y por consiguiente, en nuestro cuerpo físico. Cada vez hay más de nosotros enfermos de estrés, con depresiones, alergias, problemas respiratorios, de digestión, padecemos de insomnio, estamos casi siempre de mal humor que acabamos volcando en aquellos que nos rodean, y que la mayoría de veces, no tienen la culpa de nada. Vomitamos este estado de ánimo en la persona que nos atiende al teléfono, tras un mostrador o en la cola de la compra.
Estamos tan saturados mental, física, emocional y psíquicamente que somos una bomba de relojería a punto de estallar en cualquier momento. Nos hemos dejado influenciar tanto por el entorno que nos ha tocado vivir, yo misma soy una muestra de ello, que no nos damos cuenta de la manipulación a la que nos tienen sometidas ciertas fuerzas poderosas a nivel mundial.
Hay a quienes les interesa muchísimo que vivamos permanentemente en este estado de psicosis y miedo, porque de esta manera nos aíslan y nos alejan de lo que verdaderamente queremos. Todos ansiamos una sociedad más justa, más igualitaria, más respetuosa... pero no al precio que nos la están queriendo vender. 
Necesitamos protegernos de toda esta densa nube de negatividad para poder ver las alternativas reales que tenemos para unirnos y alcanzar lo que todos los seres humanos deberíamos tener por derecho de nacimiento, la libertad de ser nosotros mismos desde el respeto a los demás y desde el amor.
Mientras sigamos siendo vulnerables a todo lo negativo que nos viene de fuera, sea en la forma de pensamientos, opiniones, comportamientos, sentimientos, noticias, comentarios, suposiciones... no podremos encontrar el equilibrio y la paz interna necesaria para lograr la unión de todos aquellos que deseamos un mundo mejor para nosotros y para dejar a nuestros hijos, alcanzado desde el dialogo y el respeto, desde la transparencia y el buen hacer, desde la confianza y la sinceridad. Sin mentiras, sin miedo, sin juegos ocultos de poder. 
Hasta que no comprendamos y hagamos nuestra la frase que nos legó la Madre Teresa de Calcuta: "A mi no me invitéis nunca a una manifestación en contra de la guerra, porque solo iré a las que estén a favor de la paz", no podremos ver la luz al final del túnel.
Yo ya me estoy preparando para ver esa luz, ya veo esa luz, y me gustaría que todos vosotros, los que también compartís esa mirada conmigo, nos uniéramos en esta parte del camino con todos aquellos que ya han comenzado a recorrerlo. Unámonos a los que se manifiestan por la paz y la armonía, y dejémonos ya de atrincherarnos en las barreras de la lucha contra el mal.

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