Sigue adelante, porque todas las nubes de la existencia también pasarán y brillará de nuevo el sol de la alegría.
Cuando estamos pasando por un mal momento, parece que el mundo se nos ha caído encima, negros nubarrones han cubierto nuestro cielo y las cosas han perdido el color y la alegría. Es entonces, en esos momentos difíciles, que acuden a nuestra vida esas manos, conocidas o desconocidas, que se extienden para ayudarnos a salir del pozo de oscuridad al que nos hemos caído. Nadie nos garantizó que la vida fuera fácil, pero tampoco nadie nos dijo que íbamos a estar solos para superar los momentos de desesperación. Si somos capaces de secarnos las lágrimas y aprovechar estos momentos de intenso aprendizaje y crecimiento, nuestro dolor y sufrimiento no habrá sido en balde, porque nuestra vida se habrá enriquecido, y podremos vislumbrar a través de las nubes de tormenta los rayos del sol que anuncian nuevos comienzos a nuestra vida.
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