Todo es uno, la ola...

Todo es uno, la ola, la perla, el mar, la piedra... Nada de lo que existe en el mundo está fuera de ti. Busca bien en ti mismo lo que quieres ser, puesto que lo eres todo. La historia entera del mundo dormita en cada uno de nosotros

La separación no existe, nunca ha existido, tan solo es una ilusión. Somos vibración, el Universo es vibración, y a más o menos vibración los cuerpos y todas las cosa se densifican, dándonos la confusión de la separación. Por lo tanto, si yo soy tú y tú eres yo, lo que a ti te afecta me afecta a mi, lo que tú eres soy yo. Somos víctima y verdugo; juez, acusado y acusador. Cuando asumamos la verdad de este hecho, estaremos preparados para asumir también que nosotros somos responsables de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, que no somos ajenos a la piedra que lanza nuestro vecino, como tampoco lo somos a la luz que otro derrama sobre nosotros. Si cada uno de nosotros sana su interior, está sanando el interior del resto. Si somos faros que iluminamos la oscuridad, estamos haciendo que otros faros se enciendan en otros lugares. Si estamos perdonando una situación, estamos perdonando a quien la causó y nos estamos perdonando a nosotros mismos para liberar la energía de dolor que se ha quedado atrapada, limpiándola con la del amor, la más poderosa y sanadora de todas las energías. Cada partícula de la que estamos formados es el reflejo de todo lo que nos rodea, en nuestro interior está la información de lo que todos somos, y somos responsables de lo que hagamos con ella. Somos hacedores de milagros o destructores de ellos, podemos llevar luz a todos los rincones o sembrar oscuridad, y puesto que tenemos ese gran poder en nuestro interior, porqué no utilizarlo en sanarnos a nosotros mismos y contribuir a sanar nuestro planeta. La Tierra más que nunca nos necesita, somos parte de ella, somos ella. Brillemos con intensidad desde nuestro corazón, y unámonos en una cadena de luz y amor que la abrace y la proteja. seamos UNO con nuestro planeta.