Black Eyes Susan

Black Eyes Susan (Rudbeckia Velluda)

Black Eyes Susan (Rudbeckia Velluda)

Esta esencia trabaja sobre la negación o represión de los aspectos dolorosos o traumáticos de la personalidad que forman parte del pasado, y que aunque no se recuerden, de alguna manera, se filtran en nosotros. Nos ayuda a despertar la conciencia para poder ser capaces de reconocer conscientemente todos los aspectos del "yo" y adquirir una penetrante visión interior. Al tomar esta esencia floral las vivencias van emergiendo gradualmente a la conciencia y así poder ser elaboradas, integrando las partes más oscuras del psiquismo. Aumenta la capacidad de la introspección cuando nos defendemos siendo superficiales, y mejora la autoestima y el estrés relacionado con lo vivido que nos ha marcado. Al liberar la conciencia permite liberar la energía estancada, disminuyendo el cansancio y las paralizaciones. Nos otorga coraje para confrontarse con aquellos niveles de conciencia rechazados y que por eso, frenan la evolución y la transformación.

A nivel físico actúa muy bien para drenar furúnculos, inflamaciones y tóxicos del cuerpo. Problemas linfáticos, ya que la linfa es el depurador del organismo, cuando ocultamos algo también lo bloqueamos, físicamente la linfa elimina y depura, emocionalmente también desbloqueamos y limpiamos. Ayuda en regímenes de adelgazamiento porque elimina el líquido interno retenido. En casos de insomnio, cuando inconscientemente nos negamos a dormir debido a un hecho traumático que quedó grabado en el inconsciente. Cansancio, tensión y dolor en la espalda sin causa aparente.

Black Eyes Susan es el regalo de nuestros campos que se nos ofrece para cataliza y confrontar las partes de la personalidad que tenemos escondidas, nuestra sombra, esa parte que forma parte de nosotros y que sin embargo no vemos, ni reconocemos. La ilumina para que nos demos cuenta que donde tenemos la sombra tenemos la fuerza. Cuando reconocemos la sombra nos damos cuenta de que es allí precisamente donde más brillamos, que esa parte oscura que nos negábamos es la que da forma al ser que somos, y que está ahí, precisamente, para apoyarnos y permitirnos avanzar. La sombra, liberada, canalizada e integrada, es el faro que iluminará nuestro camino.